Innumerables estudios corroboran la idea de que la lactancia materna es el mejor alimento posible que se le puede dar a un bebé. El foco de atención siempre se ha centrado en los beneficios que ésta aporta al recién nacido.

Pese a que dar el pecho es una práctica libre y opcional, no solo ayuda a los más pequeños, sino que también tiene múltiples ventajas para la madre, según un estudio publicado por la revista JAMA Internal Medicine.

Las mujeres que amamantaron durante seis meses o más tuvieron una reducción aproximada del 47% en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Las mujeres que, por el contrario, amamantaron durante un período menor, tuvieron una reducción del 25% en el riesgo de padecer diabetes.

Estos nuevos datos se suman a una gran lista de beneficios que se han descubierto hasta ahora sobre dar el pecho. La lactancia materna presenta una multitud de efectos protectores tanto para la madre como para sus descendientes, como, por ejemplo, la reducción del riesgo de una madre de desarrollar cáncer de mama y de ovario ya que se calcula que por cada año de lactancia se reduce en un 4,3% el riesgo de padecer alguna de estas.