Que el modelo de familia «tradicional» cambió no hay dudas. Podría decirse que a la «familia tipo» hoy se le sumaron la ensamblada, la homoparental y, cada vez más de un tiempo a esta parte, la monoparental. No la devenida, que sería en los casos en que por fallecimiento o divorcio de uno de los padres el otro asume la mater/paternidad en solitario. Si no por elección.

Es que no son pocas las mujeres que deciden encarar solas la maternidad y recurren a una inseminación artificial con semen de donante (IAD) para cumplir su deseo de convertirse en madres.

Para la médica ginecóloga especialista en reproducción asistida Natalia Fernández Peri son diversos los motivos que llevan a una mujer a abordar la maternidad aún sin tener pareja. «Por causas económicos, laborales o sociales, el promedio de edad de las mujeres que deciden ser madres ronda los 38 años de edad. En muchos de estos casos las mujeres no se encuentran en una relación de pareja por lo que no pueden retrasar mucho más la maternidad y toman la decisión de afrontarla en solitario», analizó la co directora médica del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Buenos Aires en diálogo con Infobae.

 Cada vez más mujeres recurren a la inseminación artificial con semen de donante, una técnica que originalmente se indica en parejas en las que existe un factor masculino de esterilidad irreversible

«Si bien la IAD es una técnica que originalmente se indica en parejas en donde existe un factor masculino de esterilidad irreversible, cada vez es más común el uso de esta técnica en mujeres que deciden, sin tener un factor de esterilidad, ser madres solteras -aseguró Fernández Peri-. En estos casos, hay que tener en cuenta que nos referimos a un tratamiento médico aplicado a una esterilidad no tanto física sino social. Es la aceptación por parte de la futura madre, su entorno y la sociedad las que van a determinar que la paciente se sienta preparada para realizar el tratamiento o no».

Y tras asegurar que «muchas mujeres manifiestan en la consulta haber tenido el proyecto de familia con una pareja anterior y cómo tuvieron que adaptar esa imagen de familia a su situación actual», la especialista remarcó que «resulta clave para la paciente tener resuelto esos problemas emocionales para no encontrarse con futuras dificultades como madre».

En la misma línea, el doctor Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico, describió que «al consultorio llegan dos tipos de mujeres que eligen ser madres sin pareja: la mayoría de ellas son aquellas que vienen de una ruptura y se encuentran con 38 años sin haber logrado tener un bebé, y como no se dio con sus parejas, deciden no dilatarlo más. Luego, está el grupo de aquellas que siempre tuvieron la intención de ser madres solas, este grupo es menor y son un poco más jóvenes».

 Las mujeres que no tienen pareja y quieren comenzar su proyecto de maternidad usualmente recurren a la inseminación artificial con banco de semen

Consultado acerca de cómo es el procedimiento cuando una mujer consulta por una espermadonación y qué se evalúa para determinar si podrá someterse al tratamiento, Pasqualini señaló que «en primer lugar se evalúa su fertilidad, sobre todo en relación con su edad y su historial médico. A partir de ahí se sabrá qué tipo de tratamiento es más acorde a su situación, puede ir desde hacer una inseminación con banco de esperma (incluso puede ser sin estimulación ovárica) hasta un tratamiento de alta complejidad donde también se necesiten óvulos donados».

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