¿Hay alguien que crea poseer demasiadas cosas? Aunque por norma general siempre queramos más, lo cierto es que la fiebre consumista en que vivimos no solo está llevando al planeta al borde del colapso, sino que está convirtiendo en mesías a todo el que nos ayude a organizar esa ingente cantidad de posesiones: Marie Kondo, Roberta Schira y otros gurús del orden ocupan en librerías el espacio que antes estaba reservado a Paulo Coelho y compañía.

Y lo que antes solo era una opción decorativa ahora es casi religión. Hablamos del minimalismo y el dúo precursor de sus principios más mediático, al menos en Estados Unidos, Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus, The Minimalists. Cuando estaban en lo más alto de sus respectivas carreras, se dieron cuenta de que cuanto más trabajaban y más ganaban, más compraban y menos felices eran. Esa escalada consumismo les producía más ansiedad y estrés, así que decidieron dejar sus trabajos y compartir con el mundo sus experiencias: 20 millones de personas han leído sus libros, descargado sus podcasts, asistido a sus conferencias y suscrito a su blog.

Consideran la reducción de posesiones vacuas el mejor camino para conseguir la paz mental, y son expertos en aplicar reglas matemáticas a sus descubrimientos. Por ejemplo, según su teoría del 90/90 si no has usado un objeto en los últimos 90 días y no tienes previsto usarlo en los próximos 90 es que ha llegado el momento de deshacerte de él.

Su última aportación para despejar nuestras casas y nuestras vidas se llama Teoría de las posesiones Materiales 10/10, y la explican así: «Tus posesiones materiales (esas por las que trabajaste como un esclavo unas 40,  50 o 60 horas semanales para adquirirlas), ¿cuánto valor aportan a tu vida? Apostamos a que es menos de lo que crees. Te darás cuenta con este ejercicio. Toma un momento para escribir una lista con las 10 compras más caras de los últimos 10 años, cosas como tu casa, tu coche, joyas o muebles. Lo más caro. Y a continuación, una lista de las diez cosas que en la última década han añadido más valor a tu vida, las más valiosas suelen ser una puesta de sol con la persona amada, una cena con tus padres, ver a tu hijo jugar… Si eres honesto contigo mismo verás que estas listas no tienen ningún elemento en común». ¿Y si lo probamos?

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