La práctica médica llamada Seeding se realiza en Inglaterra, Australia y Estados Unidos y está despertando polémica ya que consiste en untar al bebé recién nacido por cesárea con el flujo vaginal de su mamá. Sí, así como lo lees.

Aparentemente los bebés nacidos por parto natural son expuestos a ciertas bacterias benéficas ubicadas en el canal de parto durante el alumbramiento y algunos especialistas alegan que eso les daría un grado de inmunidad mayor que a los nacidos por cesárea. De hecho algunos estudios asocian el nacimiento por cesárea con la mayor incidencia de enfermedades como la obesidad, las alergias en general y el asma en particular, todo relacionado con deficiencias en el sistema inmunológico.

A esto se agrega, según los defensores de esta técnica, que las cesáreas como en toda operación, implican antibióticos y no se sabe a ciencia cierta cuánto afectan esos medicamentos a la inmunidad del bebé. Por eso, lo que se hace es untar con un hisopo embebido en el flujo materno la cara, la boca y el cuerpo del recién nacido. El riesgo sería pasarle bacterias dañinas al bebé. Sin embargo, los médicos que adhieren a esta práctica indican que los riesgos son equivalentes a los de un parto vaginal normal.

Existen médicos en contra del Seeding

Este procedimiento médico llamó la atención del Imperial College de Londres, cuya preocupación fue expuesta en un artículo del British Medical Journal (BMJ), donde manifestó que, a pesar de la creciente demanda de esta práctica, no hay documentada ninguna evidencia científica que permita afirmar que este sistema resulte beneficioso para la salud de los niños. Por ende, dada la inexistencia de pruebas a favor, creen que los profesionales médicos no están en posición de sugerir o alentar el procedimiento. Entre otros motivos, señalan en el artículo del BMJ que «hay un potencial peligro de transmitir bacterias perjudiciales a los bebés por esta vía».

A pesar de la creciente demanda de esta práctica, no hay documentada ninguna evidencia científica que permita afirmar que este sistema resulte beneficioso para la salud de los niños.

Entonces ¿es recomendable esta práctica?

Por su parte, The American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), emitió una declaración, en respuesta a la creciente atención dada por los medios internacionales de comunicación sobre este tema. En resumen, manifiesta que: «Debido a la falta de datos acerca de la seguridad y eficacia de esta práctica, no la fomenta ni recomienda fuera del contexto de la investigación institucional aprobada. Por falta de datos suficientes, considera que los riesgos reales superan a los beneficios potenciales». Por último, asegura: «La lactancia materna los primeros 6 meses de vida sigue siendo la mejor manera de superar la falta de exposición a la flora vaginal maternal en el nacimiento».