La tragedia ha golpeado la Ciudad de México de manera desigual. El número de mujeres muertas en el terremoto casi duplica el de hombres. De los 194 fallecidos en la capital, solo 68 son varones, mientras que 126 son mujeres, según las últimas cifras que ha aportado el Gobierno de la ciudad.

Las mexicanas han sido las principales víctimas de este seísmo que en todo el país ha dejado más de 330 muertos. Son ellas las que han quedado, en mayor medida, sepultadas bajo los escombros de los 38 edificios que se han derrumbado en la capital. La hora en la que sucedió el terremoto aporta un dato clave para explicar esta disparidad de cifras. Entre los edificios colapsados había un gran número de viviendas y eran mujeres las que principalmente estaban en casa a las 13.14 del 19 de septiembre cuando la tierra tembló.

Hace falta más investigación pero parece que estas cifras están relacionadas con que muchos derrumbes ocurrieron en casas habitacionales. El porcentaje de mujeres económicamente activas fuera del hogar es solo del 40% en México, un dato muy bajo si se compara con otros países de la región. Si esto lo combinas con la hora del sismo, te encuentras que eran muchas las que estaban en casa realizando el cuidado de los otros o del hogar, señala Ximena Andión, directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.

Queda además descartada la diferencia demográfica entre hombres y mujeres para explicar este alto número de fallecidas por el seísmo -apenas hay un 2,52% más de mujeres que de hombres en México-. También que pueda tratarse del azar, una hipótesis que excluye Patricio Solís, investigador del centro de estudios Sociológicos del Colegio de México, según ha publicado en Twitter.

Dada la distr. por sexo de la población en CDMX, la probabilidad de q 2/3 o más de las fallecidas sean mujeres es 0.0000004. No es por azar.

Los datos sobre la discriminación que sufre la mujer en México avalan esta tesis. El 95% de las empleadas domésticas son mujeres. Y también son ellas las que más tiempo dedican al cuidado del hogar y de los otros. Del total de horas que se dedican a estas tareas, los hombres contribuyen con un 22,8%, mientras que las mujeres el restante, un 77,2%, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Estaba en un séptimo piso y todavía traigo la angustia y el miedo de aquel día. Me tuvo que tranquilizar la mujer para la que trabajo. Me desesperaba no saber nada de mi hijo», cuenta Cristina Gómez, una trabajadora del hogar, que se encontraba en uno de los múltiples miniempleos que acumula cuando ocurrió el terremoto. «Estaba trabajando cuando empecé a sentir el terremoto. Quise salir pero el temblor era tan fuerte que preferí quedarme en casa y pedirle a Dios y ponerme en sus manos, señala Mercedes Mondragón, otra trabajadora doméstica.

Ama de casa o empleada del hogar parece el perfil de un gran número de víctimas del seísmo. A esta cifra -que no se puede concretar porque no hay datos oficiales sobre la ocupación de los fallecidos- hay que sumar la tragedia en una fábrica de la colonia Obrera de la Ciudad de México. La empresa donde trabajaban un gran número de mujeres se derrumbó causando una veintena de víctimas mortales y un reguero de sospechas sobre las condiciones laborales en esta compañía.

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