Dolor, irritabilidad, ansiedad, temblores, convulsiones. Estos y otros síntomas hacen de la abstinencia a las drogas una etapa tan dura que no todos logran superarla y recaen en volver a consumir.

Esta situación es difícil en jóvenes y adultos, ¿se imagina cómo sería en un bebé? Aunque parezca poco probable, este padecimiento existe y es conocido como síndrome de abstinencia neonatal.

Marie Claire Berrouet, toxicóloga clínica del Hospital General de Medellín (HGM) y epidemióloga de la Universidad CES, contó que para la investigación hablaron con 234 madres.

“De esas, el 34 por ciento reconoció que consumió alguna sustancia sicoactiva durante su embarazo. Algunas, sin saber que lo estaban, por lo general sucede en los primeros tres meses de gestación”.

El riesgo, explicó la experta, es que en ese tiempo ya pasó todo el desarrollo neurológico del feto. Posterior a este estudio, Berrouet comenzó con otro, próximo a ser publicado, en el que se tomó a algunas mamás que reconocieron haber consumido para hacerles seguimiento, así como a los bebés que tenían signos y síntomas que parecían de un síndrome de abstinencia neonatal.