Según un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, Inyectar pequeñas cantidades de dos agentes inmunoestimulantes directamente en tumores sólidos en ratones, puede eliminar todo rastro de cáncer.

Esta técnica funciona en muchos tipos diferentes de cánceres, incluidos los que surgen espontáneamente, según apuntan los científicos, que creen que la aplicación local de cantidades muy pequeñas de estos agentes podría servir como una terapia rápida y relativamente barata contra el cáncer.

Además, es poco probable que cause los efectos secundarios adversos que a menudo se observan con la estimulación inmune en todo el cuerpo como ocurre con los tratamientos tradicionales.

Uno de los agentes ya ha sido aprobado para su uso en humanos; el otro ha sido probado para uso humano en varios ensayos clínicos no relacionados. Y ya se ha puesto en marcha un ensayo clínico para evaluar el efecto del tratamiento en pacientes con linfoma.

Levy es pionero en el campo de la inmunoterapia contra el cáncer, en la que los investigadores tratan de aprovechar el sistema inmunitario para combatir el cáncer. La investigación en su laboratorio condujo al desarrollo de rituximab, uno de los primeros anticuerpos monoclonales aprobados para su uso como tratamiento anticancerígeno en humanos.

Muchos de los enfoques actuales, si bien han tenido éxito, también tienen desventajas, desde efectos secundarios difíciles de manejar hasta tiempos de preparación o tratamiento costosos.