Un ginecólogo neerlandés concibió al menos 17 hijos biológicos donando en secreto su propio esperma a las mujeres que acudían al hospital donde trabajaba en busca de inseminación artificial entre los ochenta y noventa, anunció este martes el propio centro médico.

En un comunicado, el hospital Isala (entonces hospital Sophia de Zwolle) explicó que lo ocurrido, que empezó a salir a la luz a finales de 2019 tras una coincidencia de ADN en una base de datos comercial, fue corroborado con pruebas genéticas comparadas con uno de los hijos legítimos del ginecólogo.

El ginecólogo Jan Wildschut, fallecido en 2009, donó su semen en el periodo comprendido entre 1981 y finales de 1993, y lo utilizó para las inseminaciones artificiales sin que las parejas que habían acudido a la clínica de fertilidad de la ciudad de Zwolle, en el este de Países Bajos, estuvieran al tanto, puesto que asumían que el semen provenía de donantes anónimos.

El hospital, junto a todos los hijos conocidos de Wildschut, decidió hacer pública la situación para contribuir a «una mayor apertura» sobre el debate de la «concepción por donación» de esperma, pero sobre todo para alertar de los riesgo de «problemas congénitos» que surgen de posibles relaciones entre medios hermanos, «que no saben que comparten el mismo padre biológico».