¿Alguna vez ha llegado tu hijo o hija a comentarte que a pesar de tener la misma edad que sus compañeros de clases luce más pequeño o pequeña que ellos? La endocrinóloga quiteña Paola Jervis, del centro Endocare, explica que este tipo de déficit puede ser hereditario si el padre o la madre lo sufre por causa genética.

“Hay otras causas como una lesión cerebral grave. Ahí no es hereditaria”.

En estos casos se puede suministrar al infante hormonas biosintéticas, que son extraídas de la bacteria Escherichia coli, a través de la técnica de la recombinación del ADN. Se lo inyecta en zonas donde se concentra la grasa corporal como la barriga. Este tratamiento maneja un costo de acuerdo con el peso y la dosis requerida según el paciente ya que no todos los niños tienen el mismo metabolismo, hay que estudiarlos para ver las reacciones que tiene.

El doctor Daniel Barrezueta, especialista en Endocrinología, ha declarado que para un niño de 40 kilos el tratamiento podría llegar a costar alrededor de 11 mil dólares por año.

Problemas de nutrición o algún tipo de enfermedad cromosómica son los factores que, se deben descartar antes de someter a un niño con baja estatura al tratamiento. Sobre los efectos que acarrearía el infante si se interrumpe el tratamiento, los especialistas aseguran que solo dejaría de crecer por el tratamiento creciendo hasta donde su genética le permita.

Los expertos sugieren a los padres medir mensualmente la estatura de sus hijos. Según la Organización Mundial de la Salud un niño de 5 años debe medir 1,20 m. Si su talla es menor a esa cifra debe someterse a revisión médica.