Después de un desastre como un huracán o un incendio, fijar una estructura es importante para mantener la consistencia y el sentido de control tanto para los padres como para los hijos.

Esto incluye la creación de un programa, y la comunicación de unas expectativas y directrices claras sobre cosas como el tiempo que se puede pasar delante de una pantalla. Pero, ¿qué deben hacer los padres para conseguir que sus hijos sigan el horario establecido y cumplan con sus responsabilidades evitando los berrinches? Estas son algunas estrategias que puedes seguir para que las cosas vayan como la seda en casa durante este largo periodo de confinamiento.

Involucrar a los hijos en la creación de horarios Cuando los hijos participan en la creación de directrices y horarios, es más probable que crean que las directrices son importantes, las acepten y las sigan sin rechistar. Los padres pueden organizar una reunión familiar con el fin de involucrar a los hijos. En esta reunión, los padres pueden discutir el horario y pedir a sus hijos su opinión sobre las decisiones como a qué hora hay que estar despierto y listo, cuándo sería mejor hacer descansos de los deberes del colegio y cuál es el lugar estipulado para que cada miembro de la familia se dedique a sus tareas de estudio.

No todas las ideas serán factibles, ya que por ejemplo, es posible que tus hijos crean que despertarse para la hora del almuerzo sea suficiente. Sin embargo, cuando los padres escuchan las ideas de sus hijos, esto les ayuda a ser dueños de su comportamiento y a estar más involucrados en lo que están haciendo.

Es posible que haya opiniones muy diferentes. Los padres pueden negociar con sus hijos para que al menos algunas de las ideas de los hijos sean aceptadas. Resolver conflictos es una de las habilidades más importantes que los niños deben aprender, y de quién mejor que de sus padres. 2. Permitir a los hijos tomar algunas decisiones Aunque es cierto que los deberes del colegio y las tareas de casa son ineludibles, tener alguna opción sobre cómo se realizan puede ayudar a los niños a sentirse menos presionados y coaccionados. Los padres pueden presentar algunas tareas que se deben hacer en casa para que los hijos elijan la que prefieran.

También pueden elegir cuándo o cómo las realizan: ¿quieren lavar los platos antes o después de ver la tele? Adelante, no se lo prohíbas. Los padres también pueden dar a sus hijos opciones sobre qué actividad divertida les gustaría hacer al final del día o para descansar de sus tareas del colegio.

Escuchar y proporcionar empatía Los hijos suelen mostrarse más abiertos a escuchar lo que necesitan hacer si sienten que sus propias perspectivas son comprendidas. Los padres deben dejar ver a sus hijos que son conscientes, por ejemplo, de que no es divertido estar en casa y de que echan de menos salir a jugar con sus amigos.

Los padres pueden comenzar una petición con una declaración de empatía. Por ejemplo, «Sé que parece que vestirse es una tontería porque estamos todo el día en casa. Pero hacerlo forma parte de la rutina que todos hemos decidido».

Aunque no estén de acuerdo con la perspectiva de tu hijo, cuando los padres muestran que lo entienden, la cooperación mejora, así como la relación padre-hijo. 4. Dar razones por las que las reglas son así Cuando los padres dan razones por las que piden algo, los niños pueden comprender mejor la importancia de actuar de una forma determinada.

Las razones serán más efectivas cuando sean significativas para los niños en términos de sus propios objetivos. Por ejemplo, un padre puede decir que dividir las tareas familiares ayudará a que todos tengan más tiempo para hacer actividades divertidas después de cenar.

Resolver problemas juntos No todo irá bien, ya que habrá momentos de frustración, enfados y gritos. Cuando las cosas no van según lo esperado, los padres pueden intentar resolver los problemas conjuntamente con sus hijos, lo que significa recurrir a la empatía, identificar el problema y encontrar formas de resolverlo todos juntos.