El primer trimestre de embarazo tiene sus hitos, para muchas las náuseas y el sueño. Y parte de estos momentos imborrables son los estudios reveladores que tu médico te mandará a realizar. Entre ellos la ecografía que mide la translucencia nucal. «Consiste en medir por ultrasonido de alta resolución un espacio líquido que se encuentra en la zona posterior de la nuca del bebé. Se efectúa entre las semanas 11 y 14, con el fin de la detección de riesgos de anomalías cromosómicas, en especial el Síndrome de Down.

También se pueden detectar problemas estructurales, especialmente cardíacos», explica la ecografista Virginia Rafaelli. Este estudio se realiza mediante una ecografía abdominal o trasvaginal y es totalmente inocuo. Es importante destacar que la translucencia no es invasiva y tampoco genera riesgos ni para la mamá, ni para el bebé.

Qué se mide

En todos los bebés en gestación, se acumula líquido pseudolinfático en la zona de la nuca, entre los tejidos blandos y la piel. El espesor de esta zona es lo que mide la translucencia nucal. «Se considera normal hasta 2,5 mm. Valores superiores a este número se consideran anormales y con probabilidades crecientes de enfermedades cromosómicas cuanto mayor resulte el valor obtenido», continúa explicando la Dra. Rafaelli. Los bebés con anomalías tienden a acumular más líquido en la parte posterior del cuello durante el primer trimestre, lo que hace que este espacio translúcido sea más grande. Pero la especialista aclara que los resultados de esta prueba son sólo probabilísticos, lo que significa que no son en sí mismos un diagnóstico. Por eso, cuando tengas los resultados no te desesperes, sólo prestá atención a lo que te indica tu obstetra. En el caso de que una translucencia nucal supere los 3mm de espesor, la médica aconseja realizarse una biopsia de corion o una amniocentesis, ya que estos estudios arrojan datos más precisos y fiables, para así poder descartar o confirmar una alteración genética.

Un plus

Respecto a los miedos que muchas veces produce esta prueba, la Dra. Rafaelli explica que pueden surgir como consecuencia de falta de información respecto al estudio a realizar, lo que se traduce en especulaciones que muchas veces nada tienen que ver con la realidad. De manera que lo mejor es siempre consultar al obstetra, ante la menor duda, y no tratar de explicar un fenómeno que no comprendemos.

Para mayor precisión en esta medida (que, repetimos, no implica un diagnóstico sino sólo probabilidades) algunos obstetras indican también un estudio que se denomina NT Plus. «La alternativa Plus es un método combinado que se compone de la medición de la translucencia nucal por ecografía y de dosajes hormonales maternos en sangre, que permiten en forma conjunta una mayor sensibilidad en la medición del riesgo de enfermedades cromosómicas», detalla la médica, quien agrega que inicialmente estos estudios se indicaban solamente a las embarazadas mayores de 35 años, pero que hoy en día se han generalizado y se practican a casi todas las embarazadas, aunque la NT Plus sólo a las mayores de 30 años.