En la actualidad, cada vez es mayor el abanico de posibilidades para lograr tener un hijo. Uno de ellos –que aún no está legalizado en nuestro país– es la subrogación o más comúnmente llamado «alquiler de vientre». Técnica que eligieron famosos como Luciana Salazar, Marley, Flavio Mendoza Florencia de la V, Ricky Martin, Cristiano Ronaldo, Sarah Jessica Parker, y la lista continúa…

Uno de los médicos referentes de este método es el Dr. Fernando Akerman, ginecólogo y obstetra experto en infertilidad, director del Fertility & IVF Center de Miami. El especialista explica que existen dos tipos de alquiler de vientre: el tradicional y el gestacional.

En el primero, se utilizan los óvulos de la madre sustituta, y en el otro, a través de una Fertilización in Vitro, se transfieren los de la madre que quiere alquilar el vientre. «Nosotros utilizamos esta última, para evitar que se cree un vínculo emocional entre la mujer gestante y el bebé», sostiene el profesional, y aclara que aún en el caso de que los óvulos de la futura mamá no sean aptos para fecundar, se utilizan los de una tercera mujer que dona los suyos, pero nunca los de la que pone su vientre.

Primer contacto

Según el médico, la gran mayoría de las mujeres que acuden a él, ya intentaron previamente tener un hijo por vía natural u otro tratamiento alternativo. Como vive y tiene su Centro de atención en Miami, en el caso de que la mujer que quiere ser madre esté en la Argentina, dice que le consultan por teléfono o videoconferencia.

«Primero la dejo explicarme por qué me ha contactado. Que me cuente con sus palabras por qué acudió a mí. Después le empiezo yo a hacer preguntas para conocer bien su historia. Algunos casos tienen una indicación bien clara, como por ejemplo pacientes que no tienen útero».

El médico aclara que para acceder a una subrogación, es condición sine qua non tener un inconveniente con la fertilidad, es decir, no por ejemplo, si no se quiere pasar por un embarazo para que no se modifique el cuerpo.

Para acceder a una subrogación, es condición sine qua non tener un inconveniente con la fertilidad.

La búsqueda

Una vez que se detecta el problema, se deriva a la paciente a alguna Agencia encargada de buscar una madre sustituta. Una de ellas es Open Arms, ubicada también en Miami. Souad Dreyfus, su fundadora, cuenta que para seleccionar una madre sustituta se requieren varios requisitos, entre ellos: tener entre 21 y 38 años, estar en sana condición física, tener al menos un hijo que sea fruto de un embarazo sano, y que tenga una pareja o familiar que la apoye en su decisión.

La selección

La pareja selecciona la madre sustituta según su perfil, y cuando ya la tiene elegida, el Dr. Akerman la evalúa, le hace una ecografía, análisis de sangre, y demás, para determinar si desde el punto de vista médico es adecuada. Luego de esto, se realiza el primer contacto entre la pareja y la mujer gestante. Éste puede ser personalmente, o si están en diferentes países, a través de una videoconferencia.

Que coincidan

«El paso siguiente es el más difícil, ya que hay que coordinar  el ciclo de la mamá biológica, para que en el momento que yo le saco los óvulos a ella, coincida con que el útero de la madre sustituta esté listo para recibir esos embriones. Ambos ciclos los manejo yo, o en el caso de que la mamá biológica esté en la Argentina, lo hace alguno de mis colegas de confianza, bajo mi supervisión. A la primera le doy medicación inyectable para estimular los ovarios, diariamente durante siete a diez días, y a la mamá sustituta le doy medicación para estimular el útero, también diariamente, de quince a veinte días», cuenta el profesional.

¡Llegó el momento!

Dice que una vez finalizado este paso, sí es necesario que la pareja viaje hacia Miami. Allí monitorea a las dos mujeres con ecografías vaginales y análisis de sangre, hasta que llega el momento de la extracción de los óvulos, que se hace por vía vaginal con una sedación endovenosa suave, pero durmiendo a la paciente totalmente para que no tenga ningún dolor.

El médico cuenta que el mismo día que saca los óvulos, el hombre entrega su semen por masturbación. Se ponen juntos el esperma con los óvulos, y se dejan en el laboratorio. «Le puedo extraer varios óvulos, y si se transforman en embriones de buena calidad, lo ideal es transferir dos, porque con ese número se da la tasa más alta de embarazo, con la menor probabilidad de embarazo múltiple. Si le transfiero tres embriones, la tasa de embarazo no sube significativamente, pero aumenta la tasa de trillizos, y hasta puede haber cuatrillizos», indica el profesional, y cuenta que esos embriones se guardan en una cápsula de petri (plato chato), en un medio de cultivo especial que la mantiene en una incubadora a una temperatura de 36.7º, con un nivel de gases y humedad adecuados, para tratar de hacer una mímica de lo que sería la condición del cuerpo humano.»Al día siguiente que le aspiré los óvulos se ve cuántos fertilizaron y transformaron en embriones; al tercer día se ve cómo están desarrollándose y al quinto día son transferidos al útero de la mamá sustituta», señala el médico.

Etapa definitiva

El profesional explica que la manera de transferirlos es similar a como se hace un Papanicolaou o una colposcopía. La mujer está despierta, se le coloca en la vagina un espéculo (dispositivo) para mirar sus paredes y el cuello del útero, y por un tubito muy pequeño se colocan los embriones dentro del útero, con control ecográfico.

Los padres biológicos, si quieren, pueden estar presentes, aclara Akerman, y comenta que después de dos semanas que se extrajeron los óvulos, se puede saber si la madre sustituta está o no embarazada.

«Si la pareja es de Argentina, una vez cumplido este proceso, puede volver a su país y regresar para el nacimiento de su hijo. Generalmente se comunican con la mamá sustituta semanalmente. Ése es un acuerdo que hacen entre ellas», indica el especialista.