Una de las frases que NADIE quiere escuchar de sus papás cuando decide dejar el hogar en el que creció y se aventura a la vida independiente, es «te lo dije».

La realidad es que a veces nos enfrentamos a situaciones que no esperábamos y lo primero que pasa por nuestra mente es “en casa de mis padres, esto no hubiera pasado“. La buena alimentación es una de esas cosas que no valoramos, hasta que hacemos el intento de cocinar algo súper básico y nos damos cuenta de tres cosas:

  1. “No heredé el sazón de mi mamá”
  2. “¿Por qué no se ve/sabe como debería?”
  3. “¿Cómo voy a lavar todo esto?”

Es necesario saber que es un proceso que lleva tiempo y solo la paciencia te ayudará alcanzar ese objetivo de alimentarte dignamente. Aunque también es importante que cuentes con las herramientas necesarias para que, en tus ratos libres, puedas poner en práctica esas deliciosas recetas que encontraste en Pinterest.

 

Otra recomendación es que, antes de ir al súper, hagas una lista de lo que cocinarás durante la semana y te asegures de comprar todos los ingredientes necesarios para cada platillo, así evitarás el típico: “Ups, no tengo nada, mejor pido sushi/pizza/tacos a domicilio”.

Ahora no tienes porque desesperarte, poco a poco podrás adaptarte y lograr ser una persona totalmente independiente y con una vida saludable.