Antes de subirte en unos stilettos de 12 centímetros y lanzarte a la aventura de la noche, debes tener en cuenta estos trucos que te ayudarán a sufrir un poquito menos.

1. Si no estás acostumbrada a llevar tacones, no te pongas unos nuevos y altísimos para una fiesta por primera vez. No aguantarás ni media hora, estarás incómoda desde el principio y el dolor será insoportable. Opta por algo más cómodo como unos tacones de unos 5 ó 6 centímetros como mucho.

2. En caso de que no te quede más remedio que llevar unos tacones altísimos, intenta ensayar desde una semana antes al evento en casa. El pie se tiene que acostumbrar a una nueva forma de caminar que difiere mucho a ir sobre plano. Practica siempre que estés en casa y, a ser posible, con el mismo tipo de panties que vayas a llevar el día D.

3. Estando de pie sin moverte durante mucho tiempo es la forma en la que nuestros pies duelen más. Si estás en un cóctel y no en una cena con mesas y sillas intenta caminar de cuando en cuando, o hacer pequeños descansos sentándote siempre que puedas.

Aguantar en tacones
Aguantar en tacones

4. Los zapatos de tacón que te están ligeramente grandes son aún más incómodos; procura que se te ajusten perfectamente al pie y que no tengas además que sujetarlos para no perderlos haciendo fuerza con el empeine.

5. El modelo que más favorece y alarga la pierna es el salón de tacón, con todo el empeine al aire. También es el más incómodo porque tienes que hacer un poco de fuerza con el pie para sujetar el zapato. Opta por diseños que se enganchan al tobillo con una pulsera o con escote en T.

6. Piensa en las cuñas como una buena opción si no puedes soportar los tacones altos. Con éstas, a pesar de que se puede elevar muchísimo el talón, la superficie de apoyo del pie es mayor por lo que las molestias son menores y aparecen más tarde.

7. Tampoco te olvides de las plataformas: un par de centímetros más en la suela te puede permitir llevar un tacón más cómodo de unos 7 centímetros que, en realidad, equivalen a 9.

8. Desde hace años, existen en el mercado unas útiles almohadillas que se colocan en la suela del pie, al comienzo de los dedos. Están creadas para aliviar la presión de todo el peso del cuerpo en esa zona y, si bien no son milagrosas, sí que son una gran solución. ¡Llévalas siempre en tu bolso! Y utilízalas cuando empieces a notar dolor.

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