Sin duda alguna, la gripe es uno de los motivos de consulta más frecuente en urgencias pediátricas al tratarse de una infección muy común en niños en edad escolar.

Si eres de las mamás que por cualquier sintoma se alarma, tienes que saber que es de lo más normal, especialmente si hay fiebre, y esto hace que tanto las urgencias pediátricas como los centros de salud acaben colapsados. Por eso es importante saber ante qué síntomas debemos acudir a urgencias con bebés y niños, y ante cuáles es conveniente pedir cita y acudir al centro de salud.

La gripe es una infección muy común en los niños, que la mayoría de las veces produce síntomas leves que se confunden con un resfriado o catarro común. Entre el 10% y el 40% de los niños sanos contraen la gripe durante los meses de epidemia que tienen lugar cada año.

Debes saber que los síntomas de gripe en niños duran entre cinco y siete días e incluyen: fiebre alta (mayor a 39º), dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de garganta, tos, nariz congestionada, tos, cansancio generalizado y pérdida de apetito. También puede haber diarrea y vómitos.

Si se trata de niños pequeños y bebés es común que las infecciones respiratorias graves como la gripe, deriven en complicaciones como bronquiolitis, otitis o neumonía. Por eso, es importante estar atento a signos de alerta.

Ahora, los síntomas en bebés y niños por los que acudir a urgencias.

gripe-fiebre-urgencias. Ahora, si se trata de un niño sano, sin enfermedades asociadas, que mantiene un buen estado general a pesar de la fiebre, no es necesario acudir a urgencias. En cambio, sí debemos acudir a urgencias si presenta:

 

1.-Dificultad para respirar, pitidos o ahogo.

2.-Respiración rápida o forzada. En bebés recién nacidos de hasta dos meses de edad, más de 60 respiraciones en un minuto; para bebés de entre 2 y 12 meses de edad, más de 50 respiraciones por minuto; en niños de entre 1 y 5 años, a partir de las 40 respiraciones por minuto. Mayores de 5 años de edad, más de 20 respiraciones por minuto.

3.-Aletargamiento, dificultad para despertarse o comunicarse.

4.-La piel se vuelve azulada o grisácea.

5.-Irritabilidad.

6.-Convulsiones

7.-Aparecen pequeñas manchitas rojas en la piel, que no desaparecen cuando estiramos la piel a ambos lados de la mancha.

8.-Deja de orinar, orina mucho menos de lo normal, llora sin lágrimas, tiene la boca seca o la fontanela hundida. Podría ser síntoma de deshidratación

9.-Rechaza beber o comer, o vomita todo lo que toma.