Si eres de los poco que decidió ahorrar algo de su aguinaldo, pero no sabe en qué usarlo, ¿por qué no te animas a invertir?

El pánico, esa una reacción común cuando escuchamos la palabra “inversión” porque solemos relacionarla con “riesgo” y “perdida”. Para empeorar la situación, nuestra educación financiera está en niveles de Tanda 001 y todavía no terminamos de creer que los esquemas piramidales son una estafa.

Por otra parte, el trasfondo de ese pánico está relacionado con el miedo a tomar una mala decisión, porque invertir es básicamente una toma de decisiones, que básicamente no estás acostumbrado. ¿Cómo podemos superar ese miedo? Simplemente con conocimiento porque las mejores decisiones siempre son las más informadas.

Cada centavo cuenta

Sofía Macías, fundadora de la firma de consultoría en Educación Financiera y Finanzas Personales Pequeño Cerdo Capitalista, señala que invertir es como el mundo laboral: “puedes empezar con un mínimo de conocimientos pero realmente para hacer dinero necesitas saber cada vez más”. En su libro Pequeño cerdo capitalista. Inversiones: Para hippies, yuppies y bohemios nos recuerda que en nuestro país podemos invertir desde 100 pesos en instrumentos como la Afore o en CETES “así que nada de ningunear el dinero y nada de que `es poquito, me voy a esperar para ponerlo a trabajar´”.

¿Cuál es mi perfil de inversor?

Existen tres perfiles de inversores: el conservador, el medio y el agresivo. Y, como su nombre lo indica, está relacionado con nuestra disposición a perder…. dinero. Es así que “podríamos hablar de inversores con un perfil conservador, medio y agresivo. Si no estamos dispuestos a perder nada de nuestro dinero en circunstancia alguna, seríamos catalogados como un inversor conservador. En este caso deberíamos estar dispuestos a aceptar un rendimiento bajo, ya que, como hemos dicho, riesgo y rentabilidad están directamente relacionadas”. Piensa y, sobre todo, sincérate contigo. ¿Qué tanto dinero estás dispuesto a perder? ¿Mucho, poco o nada? Esa respuesta también es tu meta. Es decir, ¿qué tanto dinero también estás dispuesto a ganar? Ese también es tu horizonte de inversión.

Antes de hablar de resultados, hablemos de rentabilidad y riesgo

Una vez que conozcas tu perfil de inversor, puedes elegir el producto que más te conviene. Si eres un inversor conservador, entonces te convienen los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) y los pagarés (que van desde los 28 días hasta el año) pues son los que generan menos estrés ya que no te vas a la cama pensando que al día siguiente habrás perdido tu lana. Si eres de los que “ni tan mucho ni muy poco”, pues entrarle a los fondos de inversión de mediano y largo plazo o a tu misma Afore. Solamente acuérdate que la renta variable es más riesgosa que la fija. Si eres alguien a quien le gusta la adrenalina (y tiene tiene el capital y el estómago), puedes invertir en instrumentos más riesgosos como los del mercado en directo (las divisas por ejemplo) o los fondos de capital privado. Puedes invertir en un negocio tradicional o de alto impacto tecnológico (sí, detrás de Instagram o Aribnb hay dinero de grandes inversionistas.

Joshua Kushner, el cuñado de Ivanka Trump, invirtió 500 millones de dólares en Instagram a través de su firma de inversión, Thrive Capital, poco antes de que Facebook la comprara. Así se duplicó la inversión en tan solo 72 horas). Pero, ¿qué hubiera pasado si Instagram no hubiera tenido éxito? Esos millones de dólares se hubieran perdido. Este es un claro ejemplo de que a mayor rendimiento, mayores riesgos. Así que tampoco te sientas como alguien que apuesta en las Vegas hasta lo que no tiene. Invertir es aprender a tomar decisiones sobre tu dinero. ¿Y cómo se toman las mejores decisiones? Con la cabeza fría.

Ponlo en una balanza

Debes tener predente que en toda inversión hay ganancias y pérdidas (tal vez no estés perdiendo un solo peso pero, si ya pusiste tus centavitos en un fondo a un año, pues el tiempo también es dinero). Esa misma Comisión que mencionamos anteriormente ofrece un curso gratuito en línea sobre decisiones de inversión que te puede servir para acercarte más al mundo de las inversiones. Lo más importante es no perder de mente que invertir es para todos. Como señala la especialista Sofía Macías: “No es necesario esperarnos a tener sumas altas para invertir. Cada peso trabajando genera y va aumentando tu riqueza”.

Entonces, hagamos un repaso. Primero tienes que saber cuál es tu perfil de inversionista. Ya sabiéndolo, tienes que pensar en cómo quieres invertir, o sea, tu estrategia. Hay muchas opciones para invertir pero se recomienda empezar por los instrumentos básicos para ir “agarrando maña” como dicen los abuelitos. Ya que tengas el hábito de invertir, puedes diversificar tu portafolio de inversiones. Recuerdo que, paso a paso, se puede caminar una gran distancia. Y, sobre todo, sé paciente, acuérdate que «Roma no se hizo en un día»

Entonces ¿te animas a invertir? ¡Año nuevo, inversión nueva!