En una ceremonia emotiva en Oslo, Narges Mohammadi, una valiente activista iraní de 51 años, fue anunciada como la ganadora del Premio Nobel de la Paz 2023. Sin embargo, la militante pro derechos de las mujeres no pudo estar presente para recibir personalmente el prestigioso galardón, ya que actualmente cumple una extensa condena en la prisión de Evin en Teherán. Mohammadi, quien se declaró en huelga de hambre hace un mes en protesta por su detención injusta, ha emergido como un símbolo de resistencia contra la represión del gobierno iraní.

En un gesto simbólico y conmovedor, sus hijos gemelos de 17 años, Kiana y Ali Rahmani, representaron a su madre en la ceremonia de entrega del Nobel. Leyeron un poderoso discurso escrito por Mohammadi desde su celda, en el que denunció al gobierno «tiránico» dirigido por los ayatolás y expresó su confianza en que el pueblo iraní superará la represión y el autoritarismo.

En sus palabras, Mohammadi elogió la valentía de los jóvenes iraníes que han convertido las calles en espacios de resistencia civil frente a la opresión. Hizo referencia a las protestas del año pasado, desencadenadas por el trágico caso de Mahsa Amini, una joven de 22 años que murió bajo custodia policial en septiembre de 2022. En su discurso, la activista destacó la vigencia de la resistencia y la no violencia como las estrategias fundamentales del pueblo iraní en su lucha por la libertad.

La situación de Mohammadi arroja luz sobre los desafíos que enfrentan los defensores de los derechos humanos en Irán y resalta la importancia de la solidaridad internacional para abogar por su liberación y el respeto de los derechos fundamentales. La decisión del Comité Nobel de otorgarle el premio subraya la valentía y dedicación de los activistas que persisten en la búsqueda de la justicia y la libertad, incluso en circunstancias extremadamente adversas.