Publicar una foto o vídeo de nuestros hijos nos convierte en blanco de críticas y en las merecedoras del título a la peor madre del año. Ahora, la que se lo ha ganado es la cantante Kelly Clarkson, por haberle dado Nutella a su hija de dos años.
Además de publicar fotos y vídeos de su carrera artística, a Kelly Clarkson le gusta compartir fotos de sus hijos en su cuenta de Instagram. Como a toda madre, le gusta mostrar y celebrar con sus amigos (y en este caso seguidores) los pequeños logros y momentos importantes o graciosos de su vida como madre.
Y aunque la mayoría de las publicaciones que comparte de sus hijos son bien recibidas, recientemente se vio atacada por un dulce vídeo en el muestra a su hija de dos años River Rosa, probando la famosa Nutella por primera vez.
«La primera experiencia de Nutella de River. Debería haber sido con una crepa, pero el pan tostado era más fácil«, lee el texto que acompaña el vídeo y en el que vemos a la pequeña probando su tostada con Nutella.
Lo que podía haber sido un momento tierno o dulce que quisimos compartir con los demás, rápidamente es analizado y criticado por cientos de personas que se sienten con el derecho de juzgar a otros. Y los comentarios negativos no se hacen esperar:
¡Revisa los ingredientes! Podrías repensarlo en el futuro.
La Nutella está LLENA de azúcares. No dejes que tus hijos exploten.
Está confirmado que da cáncer.
Darle este tipo de alimentos a un niño es abuso infantil.
Pero el peor, peor de todos y el que más me dejó impresionada fue el siguiente:
Deja de intentar hacer a tu hija gorda como tú. Eso es abuso infantil. Debería darte vergüenza.
¿Abuso infantil? ¿Una rebanada de pan con un poco de Nutella? ¿De verdad? Es molesto cuando la gente habla por hablar y critica solo porque no tienen nada mejor que hacer. A veces pienso que sería mejor dejar de publicar cosas pero, ¿por qué habríamos de detenernos y dejar de compartir cosas que nos parecen lindas solo porque a unos cuantos piensan diferente? Todos tenemos opiniones distintas y por lo tanto, debemos respetar las de los demás.
Además, otro problema grave que encuentro con este último comentario es no solo la ofensa a sus decisiones como madre, sino también a su físico. Es bien sabido que la cantante sufrió mucho tiempo por trastornos en su alimentación, y ahora que los ha superado luce con algo de sobrepeso, cosa que también le han criticado bastante por ser una celebridad. ¿Hasta cuándo vamos a dejar de juzgar a las mujeres por su físico?
Afortunadamente, no todo está perdido
Y cuando digo que no todo está perdido, me refiero a que así como hay personas que solo opinan con afán de criticar y que son rápidos para juzgar, también hay otros que comprenden y respetan las decisiones de cada padre sobre sus hijos. Así, muchos han salido a la defensa de la cantante:
Por Dios, ¡es solo una maldita tostada, no es su dieta de todos los días!
Nadie es un padre perfecto, solo tú conoces a tu bebé y sabes lo que es mejor para ellos.
Su hija, sus decisiones. ¿Acaso nunca has comido chocolate?
¿Desde cuándo darle Nutella a un niño es «abuso infantil»? Kelly es muy buena mamá, déjenla criar a su propia hija.
¡Tú disfrútalo bebita! La gente actúa como si NUNCA le hubiese dado azúcar a sus hijos.
Eres increíble. No dejes que te afecten estas personas groseras. Eres una gran madre.
¿Quién nos dijo que podíamos criticar las maternidades ajenas?
Reconozco que al publicar en redes sociales parte de tu vida corres el riesgo de exponerte a este tipo de críticas, pero eso no lo justifica ni quiere decir que debamos soportarlo. Me parece a veces me da la impresión de que cada vez estamos peor que antes.
Estoy de acuerdo en que la Nutella no es el alimento más sano que se le puede dar a un niño y que cualquier alimento azucarado o con crema de cacao debe consumirse con moderación, pero como dice otro de los comentarios: tampoco le está dando ácido a su hija. No creo que darle un poco de vez en cuando sea algo que pueda definir si eres o no una buena madre o padre, así que dejemos de juzgar la maternidad de otras madres.
Las personas que juzgan no suelen detenerse a pensar dos veces en lo que puede provocar su comentario. Nadie sabe por lo que están pasando los demás, así que si no podemos decir una palabra amable, mejor no digamos nada. Si no estás de acuerdo con algo y no te afecta a ti ni le hace daño a nadie más, lo mejor es respetar las decisiones de los demás. Si queremos respeto, también debemos darlo. Menos juicios y más empatía.