El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado que la irregularidad de 830.7 millones de pesos observada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Secretaría de Educación Pública (SEP), no es un acto de corrupción.
Consideró que se trata de un asunto técnico y utilizado como una forma de afectar a la precandidata de Morena, Delfina Gómez, en su proceso electoral por la gubernatura del Estado de México.
El Presidente basó su argumento en un ejemplo de cuando canceló los planes para un nuevo aeropuerto en Texcoco, alegando que hubo manipulación con la información que se manejaba.
También avaló la honestidad de Gómez, afirmando que ella nunca robaría dinero y que seguramente cualquier recurso observado se reintegraba a temas educativos como corresponde; expresando en última instancia confianza hacia su candidatura a pesar de estas acusaciones en su contra nombre.