La nueva norma emitida por el Departamento de Salud y Servicios Humanos acaba con las partes más importantes de un mandato creado por Obama para obligar a las compañías a incluir la cobertura de control de la natalidad en los planes de salud que ofrecen a todos sus trabajadores.

Ahora, la directiva de Trump permitirá que cualquier compañía, incluidas universidades o aseguradoras médicas, dejen de ofrecer cobertura de anticonceptivos a sus empleados, una exención que previamente sólo incluía a las iglesias o casas de culto.

No obstante, altos funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos, bajo condición de anonimato, aseguraron que sólo unas 120 mil mujeres perderán acceso gratuito a los anticonceptivos, lo que significa que el “99.9 por ciento” podrá seguir beneficiándose de ellos, según sus cálculos.

Según estimaciones del Centro Nacional de Leyes de la Mujer, en 2013, Obama permitió a las estadunidenses ahorrar mil 400 millones de dólares en anticonceptivos orales.

En todo caso, la decisión de Trump supone el último giro en la lucha jurídica e ideológica que ha rodeado durante años el mandato para la cobertura gratuita de anticonceptivos de la Ley del Cuidado de Salud Asequible, conocida como “Obamacare”, proclamada en 2010 y que Trump prometió derogar durante su campaña presidencial.

En respuesta, la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional de Leyes de la Mujer anunciaron que interpondrán una demanda contra Trump por discriminar a las mujeres y violar las cláusulas de la Constitución que garantizan la igualdad de derechos y la separación entre iglesia y Estado.

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