Para que una madre se vincule sanamente con su bebé y pueda ofrecerle las caricias y la nutrición amorosa que el pequeño requiere, es importante que ella misma estuviera bien nutrida emocionalmente y que su mamá, a su vez, recibiera de su madre este cuidado amoroso.
La pregunta fuerte que buscamos responder es ¿Por qué se interrumpen los lazos familiares? Existen sistemas familiares donde el lazo amoroso de vinculación se interrumpió por eventos o situaciones de dolor o vergüenza que bloquearon toda posibilidad de vínculo. Dichos eventos desordenan y desequilibran el sistema, dejando huecos y heridas que, de no ser resuelto, pasan de generación en generación. El orden precede al amor, sin orden el amor no puede alcanzar a todos los miembros del sistema, no puede envolver las conciencias y se va diluyendo. Así, algunos padres no logran quedarse, los hermanos dejan de hablarse por años, las madres sufren depresiones, las parejas se divorcian, o las familias no logran sentir amor.
¿Qué pasa con el amor en la familia? Los especialistas dicen que al parecer se escondió tras el desorden, pero ¿Qué provoca el desorden?
Hay eventos en los sistemas familiares que generan un enorme dolor, causado por algún miembro de la familia, para dejar de sentir dolor, tendemos a olvidar y excluir a quienes nos dañan, así se van excluyendo miembros de la familia. Ejemplo: el abuelo alcohólico, el padre que abandonó el hogar, el primo que se quitó la vida, el hijo abortado.Las exclusiones provocan que el amor no se torne en bienestar y se repitan las historias de los excluidos, una, dos, tres y muchas veces
¿Qué hacemos?
Recuerda a los que amas y permítete sentir el amor, abrázalos con cariño, compárteles amor. Siente el amor y recuerda a los excluídos de tu sistema familiar busca darles un buen lugar. Diles que sientes haberlos excluido y dales las gracias.
Por otro lado, existen los hijos parentalizados. En algunos sistemas familiares los padres pasan por eventos complicados como: horfandad, abuso y pobreza. Entonces el hijo pretende invertir el orden y querer cuidar de su padre como si fuera más grande que él. Esto lo obliga a crecer rápidamente a renunciar a sus propias experiencias y queda atrapado cuidando del padre al creer que no tomó suficiente de sus propios padres. Ejemplo: Una madre que le cuenta a su hijo sus problemas de pareja, económicos o las broncas con sus propios padres. O los niños que viven preocupados por lo que les pasa a sus papás, los consuelan, los cuidan, los escuchan.
¿Qué hacemos?
Reconoce a tu hijo como el pequeño y que él te reconozca como la persona grande, Acepta que tu hijo no puede ayudarte con tu tristeza, miedos, problemas. Él no sabe, tú eres el grande. Tranquiliza tu corazón, agradécele a tus hijos su apoyo, y recuérdales que ya no deben preocuparse por ti, que tú estás trabajando para encargarte de tus asuntos. Tú eres el padre, él el hijo, tú das, él toma. Cómo hacer borrón y cuenta nueva en cuanto a disciplina familiar. Tomen nota, aquí