Cuando sustituyes el azúcar por un edulcorante, el impacto en tu salud puede ser muy diferente. Las calorías adicionales y los productos químicos añadidos pueden no estar de acuerdo con el sistema de algunas personas de manera que se sientan peor que si acabaran de comer algo azucarado.

Los gustos son muy variados cuando se come algo dulce, pero el impacto en la salud no siempre coincide. Por ejemplo, algunas personas consideran que su organismo está peor después de consumir dulces sin azúcar, mientras que otras se sienten mejor que antes porque sigue siendo un alimento que les proporciona energía para seguir adelante durante todo el día.

Aún somos pocos quienes estamos dispuestos a renunciar al sabor dulce de refrescos, galletas, yogurt o mermeladas. La industria lo sabe y por eso, cada vez más, utiliza edulcorantes. Sin embargo el riesgo en la salud para algunas personas es el mismo a que si consumieran azúcar normal.

Antes de consumir un producto, Es importante tener cuidado y checar la envoltura ya que podemos encontrar los edulcorantes en la lista de ingredientes. Pueden ser de dos tipos: intensivos o polialcoholes. Los primeros son mucho más dulces que el azúcar (poder edulcorante mucho mayor) y no aportan energía al producto.