Hace un año y tras la victoria de Donald Trump y sus polémicas medidas, las mujeres salieron a la calle para protestar en lo que se convirtió en la Women’s March. Una manifestación en la que participaron miles y miles de personas, muchas de ellas famosas.

Este 2018, con el recuerdo de aquella protesta, las mujeres (y muchos hombres) han vuelto a salir a la calle y, en esta ocasión, con los ánimos más calientes por todos los casos de abusos sexuales y de poder que han salido a la luz tras el caso Harvey Weinstein.

Estamos viviendo un momento histórico para el feminismo y movimientos como #MeToo o #Time’sUp están dando recorrido a este sentir femenino que está siendo apoyado por muchos hombres que están en contra de todos estos abusos.

Las protestas contra Trump han vuelto a estar presentes, pero sobre todo, se ha dado protagonismo a la lucha de las mujeres por la igualdad y el cumplimiento de sus derechos.

Eso nos ha permitido ver la unión de mujeres tan conocidas como Adele que se fotografiaba junto a sus amigas Jennifer Lawrence y Cameron Díaz que no subieron al estrado a dar ningún discurso pero apoyaron la causa con su presencia.

«Las personas más influyentes en mi vida siempre han sido mujeres. Mi familia, mis amigos, mis maestros, mis colegas y mis ídolos», escribía Adele, «estoy obsesionada con todas las mujeres en mi vida. Las adoro y las necesito más y más cada día. Estoy muy agradecida de ser mujer, no lo cambiaría por nada del mundo. Sin embargo, espero que no solo esté definida por mi género. Espero que me definan por mi contribución al mundo, mi capacidad de amar y de tener empatía. Crio a mi hijo para ser un buen hombre junto con el buen hombre que me ama por todo lo que soy y no soy. Quiero lo mejor para la gente, creo que todos lo hacemos. Simplemente no podemos ponernos de acuerdo sobre qué es eso. Poder para los pacíficos, poder para las personas».

Es la antesala de la celebración del Día de la Mujer el próximo 8 de marzo. Algunas de las ciudades más importantes de Estados Unidos como Nueva York, Las Vegas o Los Ángeles llenaron sus calles de gente que no aprueba la política conservadora de Trump y que entiende que entre hombres y mujeres tiene que haber igualdad.