La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) concluyó el traslado de los felinos de la clausurada Fundación Jaguar Negro-Tigre Blanco, denunciada por maltrato a animales en peligro de extinción.

La Profepa clausuró la fundación en respuesta a una denuncia popular por violaciones al trato digno y respetuoso de ejemplares de vida silvestre.

Más de 200 animales fueron revisados por veterinarios y antes de su traslado se estableció un plan de estabilización que incluía alimentación, hidratación, seguimiento médico y limpieza de jaulas.

Los lugares de reubicación contaban con la infraestructura y la capacidad económica adecuadas para el cuidado de los animales y el cumplimiento de sus obligaciones medioambientales.

En julio pasado, el ambientalista Arturo Islas hizo un llamado a las autoridades para que defendieran a algunos animales en peligro de extinción de la fundación, después de ver cómo vivían en pésimas condiciones.