En la comunidad de Copaya, Chiapas se registró un ataque por parte de un perro de raza Pitbull hacia un ladrón que intentó ingresar al domicilio particular donde vivía la familia con su perro.  

Cuando José N. entró en la casa, fue inmediatamente atacado por el perro. Sus gritos de auxilio alertaron rápidamente a los vecinos, que se pusieron en contacto inmediatamente con los servicios de emergencia. Gracias a su rápida intervención, José sobrevivió al ataque, no sin antes sufrir algunas heridas graves en su brazo. 

La familia del ladrón se horrorizó al conocer las heridas de su ser querido e inmediatamente comenzó a solicitar la eutanasia del perro. Sin embargo, muchos otros adoptaron una postura diferente en este asunto, argumentando que el perro no debería ser considerado responsable de sus actos especialmente cuando el animal sólo defendía su territorio de un intruso.