Este verano, Rusia se volverá the place to be. Los amateurs de fútbol ya están listos para disfrutar al máximo del campeonato. Pero además del evento deportista, lo bueno es que el país cuenta con muchos tesoros arquitectónicos, artísticos y culturales, así como una escena gastronómica de alto nivel.
En San Petersburgo, el Hotel Astoria —que cuenta con 169 cuartos y suites, cuatro restaurantes y bares, un spa y un salón de belleza— ocupa un edificio grandioso de estilo Art Nouveaucon espacios interiores concebidos por Olga Polizzi. Este miembro de Rocco Forte Hotels tiene la ubicación perfecta para explorar el centro histórico de la ciudad que es patrimonio mundial de la UNESCO. La Ópera, palacios y catedrales se pueden descubrir a pie, revelando la historia fascinante de San Petersburgo.
Famoso en todo el planeta por su impresionante colección de más de tres millones de piezas, el museo del Hermitage es ineludible. Se aloja en un complejo de seis edificios a la orilla del río Neva, incluyendo el Palacio de Invierno que fue la residencia oficial de los zares entre 1732 y 1917.
Moscú es la segunda parada obligatoria. En la célebre Plaza Roja, la catedral de San Basilio —escoltada por el Kremlin— atrae la mirada por sus colores y nueve capillas. Para saborear platos clásicos de la gastronomía rusa con un giro moderno, el restaurante White Rabbit liderado por Vladimir Mukhin es ideal; además, ofrece vistas de impacto ya que se come y cena en el piso 16, en un espacio que cuenta con un domo de vidrio.
Para los que se interesan en el arte contemporáneo, Garage es el museo a dónde hay que ir sin hesitación. En 2018, Garage Museum of Contemporary Art —que fue fundado por Dasha Zhukova y Roman Abramovich— celebra su décimo aniversario, continuando su misión de proporcionar una infraestructura para el arte contemporáneo ruso en un contexto internacional y de dar la oportunidad a los artistas de crear más. Cada año, se presentan hasta 12 exposiciones de arte, arquitectura, moda y diseño en el espacio de dos mil 700 metros cuadrados.
Con este patrimonio, el país anfitrión de la copa mundialtiene mucho para seducir a los viajeros de todo el mundo que apreciarán la cultura diversa y apasionante de Rusia a través de su gastronomía, arte y paisajes.