Uno de los mayores retos que enfrentan todo emprendedor es la capacidad económica para impulsar su idea o negocio. Para solucionar este reto, existen varias maneras pero una de las menos exploradas es la de solicitar una tarjeta de crédito.
Solicitar un préstamo al banco mediante una tarjeta de crédito puede ser una buena idea siempre y cuando reconozcas la necesidad de tenerla, uses los beneficios del plástico a tu favor pero sobre todo, sepas las cuotas o comisiones que el banco te cobrará por cada movimiento que haces con tu tarjeta.
Debes tomar en cuenta los siguientes puntos:
La mejor tarjeta para ti
Para empezar tu negocio la tarjeta de crédito debe de ser la que más se adapte a las necesidades de tu empresa pero también a las tuyas. Quizá en tu negocio requieres de viajar muy seguido, hospedarte en hoteles y obviamente comer fuera de casa, ¿por qué no usar esto a nuestro favor? Muchas tarjetas de crédito ofrecen beneficios para los viajeros frecuentes, pueden darte descuentos en vuelos, hoteles o comidas y la posibilidad de acumular puntos por cada actividad que hagas. Y esto nos lleva al punto de los beneficios.
Aprovecha los beneficios
Sin duda, todo va a depender del giro de negocio que tengas, pero existen distintos comercios que ofrecen descuento o promociones en las compras que hagas con ellos. Recuerda que muchas tarjetas de crédito acumulan puntos en tiendas tanto de construcción como de productos de oficina, además de descuentos y promociones por usarlas. Revisa bien los beneficios que cada plástico te ofrece y contrata la que más te convenga.
Maneja tus gastos con inteligencia
Cuando adquieres los activos de tu empresa es un punto clave para optimizar tus gastos en el mayor grado posible, es por esto que si ocuparás una tarjeta de crédito para cubrir esta necesidad es importante que lo hagas en un buen momento. Con esto nos referimos a una fecha en la que el gasto sea menor que hacerlo en otra fecha. En este sentido, la tarjeta de crédito te ayuda a tener liquidez inmediata para aprovechar las promociones que se presenten en el camino.
No olvides tratar de encontrar a los proveedores directos de lo que buscas. Por lo general, las cosas siempre tienen un intermediario que revende las cosas después de comprarlas a un precio menor. Si tienes que comprar algo en volumen o cantidad elevada, quizá al proveedor directo le sea más útil darte la venta directa. Todo es caso de gastar menos comprando lo mismo.
Cuídate de las comisiones, intereses, etc.
Si estás decidido solicitar una tarjeta de crédito debes de entender que un gran riesgo es terminar pagando más dinero del que gastaste, así que mientras mejor te comportes con el banco en términos de pago, mejor te irá a la hora de solicitar un límite de crédito más grande. Antes de solicitar una tarjeta investiga las comisiones que tiene cada tarjeta y el CAT de cada una, con esto podrás darte cuenta de qué tan viable es una contra otra. Para hacerte más fácil esto, existen plataformas de comparación que te permitirán tener toda la información en un solo lugar. Recuerda, compara y ahorra.