Desde hace unos dos decenios se ha ido registrando en el mundo desarrollado, incluida la República Checa, una mayor participación de la mujer en la actividad empresarial. Esto se debió al avance del proceso de emancipación de la mujer. Las mujeres no se conforman con ser madres y amas de casa solamente, sino que quieren aprovechar sus conocimientos y aptitudes también de otra forma. Y esto trae beneficio económico a todo el país.
Los comienzos no siempre son fáciles, más cuando se tiene familia con hijos, a los que la mujer que promueve actividades empresariales no quiere dejar de lado, según lo documenta la experiencia de Eva Hronová. A finales de los años 90 sus hijos eran muy pequeños, y nadie quería emplearla por temor a que faltara frecuentemente al trabajo por algún problema con los niños, según cuenta.
En ese entonces estaba dispuesta a aceptar cualquier trabajo, aunque menos remunerado, porque estaba desesperada. Así por ejemplo, acepté el puesto de ayudante en un comedor de escuela”.
Pasado algún tiempo, Eva Hronová decidió crear su propia empresa. Actualmente lleva 18 años en la gestión empresarial, y su compañía suministra electromaterial a compañías de montaje. Este año Hronová se mereció la máxima distinción en la categoría ‘Pequeña Empresa’, en el proyecto nacional ‘Reconocimiento a las Empresarias Checas’’.
La fundadora del proyecto, Helena Kohoutová, indicó que las mujeres incluidas en la clasificación este año tienen ciertas características comunes.
”Los primeros lugares en el concurso ‘Reconocimiento a las Empresarias Checas’ en las distintas categorías lo ocuparon mujeres que tienen una compañía especializada en sectores de producción considerados hasta el presente más bien masculinos. Estas mujeres son más dinámicas y mostraron un mayor coraje”.