La red social más grande del mundo está viviendo una gran transformación que usuarios e inversores no ven con buenos ojos.
Recientemente, Facebook aplicó cambios en su algoritmo para fomentar la participación de los usuarios ya que, según las estadísticas, en los últimos meses cada vez menos usuarios publican contenido en esa red social. La decisión de este nuevo cambio de la compañía de Mark Zuckerberg llegó enseguida de que dicha plataforma estuviera involucrado en varias controversias por inflar sus estadísticas de reproducción de videos y que gran parte de los más de 2.000 millones de usuarios, que en su mayoría consumen noticias, estuvieran expuestos a publicaciones de dudosa veracidad en la previa del Brexit, las elecciones en los Estados Unidos o las de Francia.
Por estos motivos y algunos más, varios países tienen a Facebook en la mira, y la red social es la protagonista de diversas causas judiciales por cuestiones de monopolio, falta de competencia y evasión de impuestos.
¿Podría ser el principio del fin para Facebook? Esta sería una pregunta sin sentido (en los primeros nueve meses de 2017 la red social facturó más de USD 25.000 millones) si no se tuviera en en cuenta que, desde que se masificó internet, servicios y herramientas como MSN Messenger, Blogger, ICQ, entre muchos otros, tienen en común haber tenido gran popularidad para luego caer en desgracia y dejar de existir.
Al momento existen algunos inversores de Facebook que temen que algo similar suceda con la empresa de Zuckerberg luego de la decisión de la red social de dar menor relevancia a las noticias y más a la interacción entre usuarios.
Pero muchos nos hemos preguntado ¿por qué Facebook tomó esta decisión?
Hay que entender que otro tipo de empresas se basan en productos y servicios mucho más sólidos y no dependen del contenido de los usuarios. Un ejemplo es Google. El gigante de internet domina el mercado de búsquedas online pero también ofrece mapas,un asistente virtual, YouTube, correo electrónico, calendarios, el sistema operativo móvil Android e incluso crece en el segmento de hardware ofreciendo teléfonos y otro tipo de equipos. Apple por su parte también tiene un abanico variado de productos y servicios: computadoras, teléfonos, accesorios, sistemas de la nube y software de todo tipo.
El problema de Facebook es que sus productos se basan únicamente en el contenido de los usuarios. Si los usuarios no suben fotos, videos o contenido general en Facebook, la red social muere. Lo mismo sucede con Instagram y el mismo escenario sufre WhatsApp. Estos son los tres principales servicios de Facebook y todos dependen del contenido de los usuarios, en el marco de una industria volátil en la que un nuevo jugador puede rápidamente cambiar el escenario por completo.
A partir de esta modificación del algoritmo que controla lo que cada usuario ve en su muro, quienes ingresen a Facebook empezarán a ver menos videos virales y menos noticias, y en cambio verán más contenido de sus amigos o contactos. Pero el problema también es que cada vez menos gente publica contenido generado por ellos mismos, y gran parte de la interacción de los usuarios surge de publicaciones de páginas y sitios de noticias que ahora Facebook quiere reducir.
¿Qué pasará?
Todo dependerá de cómo reaccionen los usuarios ante estos cambios, pero también la empresa tiene que prestar atención a los nuevos actores que surjan en el mercado. Las compañías de internet que en un momento determinado parecen imbatibles (el buscador Altavista, Yahoo!, Fotolog, MySpace, ICQ, MSN Messenger, Snapchat, entre muchísimas otras) pueden ser historia antigua cinco años después. Eso es lo que Facebook quiere evitar con estos cambios en su algoritmo, que para algunos llega demasiado tarde.