Sabemos que en muchas ocasiones, las reacciones de tu bebé pueden traducirse a una llamada de alerta, y la diarrea es una de ellas, por ello, reunimos las preguntas más realizadas por las madres para que sepas cómo actuar en caso de que tu bebé sufra de diarrea.
- ¿Qué es la diarrea y/o cómo se detecta?
La diarrea es la evacuación floja y líquida. Se detecta cuando el pequeño hace caca muy seguido con esas características.
- ¿Cuáles son las causas de la diarrea estival?
La diarrea estival está ligada al uso de piletas natatorias (en las que el agua puede estar contaminada) o a la falta de una buena cadena de frío en los alimentos, sobre todo por los cortes de luz habituales de esta época. También se puede deber al mal lavado de las verduras crudas y frutas sin pelar, ya que pueden transmitir diferentes virus, bacterias o parásitos.
- ¿Cómo se puede tratar?
Es fundamental acudir al pediatra para que determine cómo proceder. Si el niño no presenta un cuadro complicado (que no esté muy deshidratado), seguramente lo envíe a la casa con medidas preventivas como una dieta sin azúcares, ni grasas, ni alimentos con mucha fibra que produzcan hinchazón o flatulencias. Además, es fundamental una buena higiene en toda la familia para evitar la propagación de las bacterias, y una hidratación permanente del pequeño.
- ¿Cómo me doy cuenta de que está deshidratado mi bebé?
En menores de un año y medio, las deshidrataciones son medibles únicamente en la balanza porque no presentan otros indicios en su aspecto. Después de esa edad, van manifestando debilidad, producto de la defecación constante, acompañada de vómitos en algunos casos. Además, puede observarse resequedad en los ojos, nariz y boca, pero lo más notable es que el niño no tenga ganas ni de jugar porque no tiene fuerzas. Claro que no hay que esperar a que esto ocurra. Cuando ya empieza a tener diarreas, automáticamente hay que empezar a hidratarlo por demás.
- ¿Quiénes deben estar más atentos?
La diarrea estival se da indistintamente entre los 0 a los 5 años, ya que están expuestos a virus o bacterias en diferentes ámbitos. Ocurre que los más bebés corren mayor riesgo de deshidratación debido a que los cuerpos pequeños son capaces de almacenar menos líquidos y de perderlos
más rápidamente. Además, los niños tienen mayor superficie corporal de composición líquida en relación con su peso que un adulto, lo que significa que el riesgo de deshidratación de ellos es mayor que en un adulto.
- Si mi bebé sólo toma teta, ¿debo darle agua también?
Dependerá de lo que el pediatra de cabecera considere en relación a su peso, edad y estado diarreico. Por eso antes de actuar, hay que acudir sí o sí al médico y, mientras tanto, darle la mayor cantidad de teta posible que es con seguridad el alimento que no puede faltar hasta que el profesional lo evalúe.
- ¿Cómo se puede prevenir?
– Lávale las manos a tu hijo asiduamente.
– Cuida una buena hidratación y nutrición del pequeño.
– Lava bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
– Cocina bien las carnes, como el pollo, la carne vacuna y el pescado.
– Si tienes pileta, cambia periódicamente el agua.