Según la Organización Internacional del Trabajo, una de las consecuencias de la marginación histórica de los pueblos indígenas son sus condiciones de trabajo.
Un estudio indica que el 85% de esta población trabaja en el sector informal, lo que significa que no tienen acceso a muchos otros derechos y están atrapados en un ciclo de pobreza.
El informe señala que las personas pertenecientes a estas comunidades ganan sólo el 33% de lo que ganan quienes no tienen esta identidad.
La OIT afirma en el informe que los habitantes de Abya Yala «no han participado en los beneficios si los avances económicos como sus homólogos no indígenas», a pesar de que muchos avances se hicieron a expensas de los recursos de estos pueblos.
Según el Inegi, en México hay 23 millones de indígenas autoidentificados mayores de tres años, el 19% de la población total en ese rango de edad.
4% por ciento de la última Encuesta Nacional sobre Discriminación de la Enadis dice que la falta de empleo es el principal problema debido a la identidad étnica: casi un millón de personas en todo el mundo.