En la Ciudad de México, donde se espera que el tema sea una de las prioridades del Congreso local, definir condiciones, responsabilidades y la forma en la que se medirá la productividad de los trabajadores es esencial para poder proteger sus derechos, considera la diputada capitalina Lizette Clavel, del PT.

“Hay nuevas formas de trabajo que debemos entender, y definir cómo se van a estar dando; si el empleado tiene su seguridad garantizada, podemos ir avanzando y en esa materia hay que legislar”. Regular el ‘home office’, el pendiente que el COVID-19 destapó en la CDMX.

La epidemia, el confinamiento y la necesidad de que el distanciamiento social siga muestran la urgencia de tener reglas para el trabajo a distancia en la capital, coinciden diputados locales.

Alma no tuvo tiempo para disfrutar su nuevo lugar en un corporativo bancario en la Ciudad de México. Antes de que comenzara a hacerlo, la empresa avisó a los empleados que deberían trabajar desde casa, debido a las restricciones impuestas por el gobierno capitalino para reducir el riesgo de contagios de COVID-19.

Aunque los servicios bancarios son considerados una actividad esencial, en su banco solo se mantuvo la atención presencial en las sucursales y el resto de los trabajadores contó con apenas tres días para alistarse para laborar a distancia.

“Es complicado porque, al ser servicios financieros, hay que mantener los candados de seguridad, tienes que cuidar los procesos”, dice la joven. “Además, el trabajo subió mucho: solicitudes para aplazar pagos de créditos o hipotecas e incluso amigos y familia que comenzaron a buscarme para contratar seguros de gastos médicos por el miedo a contagiarse de COVID-19”.