Los mocos aparecen como un mecanismo eficaz de defensa contra virus y bacterias. Son molestos, ya que no dejan al bebé respirar con normalidad, por lo que hay que ayudarles a eliminarlos. Pueden producirse por muchos motivos pero, por lo general, no indican gravedad, aunque suelen asustarnos, sobre todo en recién nacidos. Si aprendemos a distinguirlos, sabremos cuándo es necesario consultar al pediatra.

¿Por qué los bebés tiene mocos?

Porque lloran y el llanto continuado les produce mocos

– Alergias

– Bacterias

– Frío

– Virus

 

Debemos aprender a distinguir entre mocos verdes, blancos, claros y espesos para saber a qué nos estamos enfrentando. Los niños van a tener mocos durante gran parte de su infancia, en invierno y en verano, y la mayoría de las veces estos no deben alarmarnos. Sí conviene saber cuándo acudir al pediatra para así evitar otitis, sinusitis u otras complicaciones.

– Cuándo consultar al pediatra

– Cuando los mocos se acompañan de otros síntomas.

– Cuando hay fiebre elevada. Si la fiebre es mayor a 39º C y dura más de tres días debemos acudir al médico y descartar una infección bacteriana La fiebre en menores de tres meses siempre es motivo de consulta.

– Si hay dificultad respiratoria, puede ser síntoma de bronquiolitis. Si tiene catarro, tos, mocos claros y una respiración rápida y agitada, hunde las costillas al respirar y no come, debes acudir al especialista.

– Dolor de oídos o garganta irritada que no le permita tragar.

– Si tiene mucha tos y no pueda dormir por la noche.

 

Tenemos que tener en cuenta que los bebés no saben respirar por la boca, no tienen ese reflejo cuando nacen. Por eso, si tienen mocos y no consiguen expulsarlos, lloran con mayor frecuencia, se encuentran molestos, tienen sensación de ahogo y dejan de comer. En nuestra mano está ayudarles a respirar con cierta normalidad.