300.000 o más bebés que nacen prematuramente cada año en Europa. El principal riesgo para estos seres vulnerables es el de la infección, que puede ser mortal.

Un equipo de científicos está desarrollando una herramienta que tiene como objetivo detectarlas antes de los síntomas visibles de la infección e informar a los médicos a través de un sistema de alerta.

Patrick Pladys, neonatólogo y coordinador del proyecto Diginewb, explica que «el médico tiene un doble problema. Por un lado, los signos clínicos no son muy específicos y son tardíos. Y por otro lado, los bebés, si se infectan, tienen un alto riesgo de muerte y secuelas en el futuro. Debido a esto, hay una tendencia a dar muchos antibióticos. Dar muchos antibióticos no es bueno para el recién nacido y tampoco es bueno para la ecología del servicio».

El sistema registra los datos habituales: ritmo cardíaco, respiración… pero también gracias a las cámaras, las imágenes y los sonidos se monitorea lo que hasta ahora debían observar con sus ojos y oídos los cuidadores.

«A veces puede haber niños que están más cansados, que no abren los ojos cuando antes los abrían… que se mueven menos… Esto es lo que vamos a tratar de materializar para ayudar al cuidado de los niños», explica la enfermera Florence Geslin.

Entonces, ¿cómo podemos detectarla rápidamente y tomar las decisiones correctas? En Rennes, los investigadores están desarrollando una herramienta de toma de decisiones médicas basada en la inteligencia artificial.

Esta historia fue filmada antes de la pandemia de Covid-19.

La vida es un milagro. Y a veces es frágil. Elea nació después de 5 meses de embarazo. Pesaba 500 gramos. Su vida ha sido una lucha desde entonces.