Es lo que en los anuncios de la tele llaman «falta de regularidad» pero que aquí vamos a tratar sin eufemismos: estreñimiento. La dificultad temporal de ir al baño y vaciar el intestino, cumpliendo con la última fase de la digestión de los alimentos, tan importante como todas las anteriores.
El estreñimiento es algo bastante común (todos lo padecemos en mayor o menor medida en algún momento) y poco grave (en muchos casos se soluciona sin necesidad de tratamiento médico), pero es molesto e incómodo.
Eso sí, es un problema muy, muy personal: hay quien lo padece a menudo y otros casi nunca, hay quien lo sufre con cualquier mínimo cambio de su rutina y otros que son inasequibles al estreñimiento… Tras las fiestas navideñas y sus habituales estragos alimenticios, es normal que aparezca este problema en muchas personas. Vamos a contarte todo lo que necesitas saber para solucionarlo.
¿Qué se considera estreñimiento?
La definición médica del estreñimiento es el retraso del vaciado intestinal, con pocas heces y muy duras, acompañado de flatulencias (gases) y en ocasiones dolor abdominal. Se considera estreñimiento cuando no se consigue vaciar el intestino después de 10 minutos de esfuerzo o durante tres días o más.
Como los ritmos intestinales no son iguales en todo el mundo, tampoco hay un ritmo de defecar que se considere normal: puede variar entre tres veces a la semana y tres veces al día. En general se considera estreñimiento cuando hay menos volumen de heces, más esfuerzo para evacuarlas, más dureza de las mismas, sensación de evacuación incompleta o ausencia de ganas.
Tipos de estreñimiento
Se consideran tres tipos de estreñimiento:
1. Estreñimiento agudo. Aparece repentinamente por algún cambio reciente, como estar de viaje, cambiar de medicación, comer alimentos poco frecuentes o en cantidades poco frecuentes, el embarazo, etc. Solo se trata si se prolonga demasiado puesto que normalmente desaparece cuando la causa desaparece o cuando el cuerpo se acostumbra a la nueva situación. Es especialmente habitual en los niños
2. Estreñimiento crónico. Cuando ocurre de forma recurrente o continua. Ocurre en adultos y ancianos y si es severo sí que suele requerir tratamiento.
3. Estreñimiento idiopático. Cuando aparece de repente pero no está muy clara su causa.
Qué puede causar estreñimiento
Hay muchas causas por las que una persona de pronto no tenga ganas o no sea capaz de evacuar las tripas con normalidad. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Estilo de vida
El estrés, un exceso de sedentarismo, una dieta baja en fibra o líquidos pueden causar problemas de este tipo. Las épocas en las que cambiamos de alimentación, como las navidades o las vacaciones de verano, son también momentos típicos para la aparición de problemas de estreñimiento.
Algunas etapas de la vida
El estreñimiento es muy común en las personas mayores y también en las embarazadas.
Algunas afecciones intestinales
Problemas como el engrosamiento de la pared intestinal, síndrome de colon irritable o un tumor pueden causar estreñimiento. Si esta es la causa, es importante no aplicar ningún tratamiento sin consultar antes a un médico.
Enfermedades metabólicas
El hipotiroidismo o la diabetes pueden causar estreñimiento, ya sea directamente o por efecto de los medicamentos que se usan para tratarlas.
Algunos medicamentos
Como decimos, a veces la causa del estreñimiento es un cambio en la medicación. Entre los que pueden provocarlo están algunos antidepresivos, antiácidos, medicamentos para la hipertensión o analgésicos opiáceos como la morfina.
Enfermedades neurológicas
En pacientes de parkinson o alzheimer, entre otros, puede aparecer estreñimiento a causa del deterioro del sistema nervioso que regula la función intestinal.
Qué puedes hacer para evitar (y solucionar) el estreñimiento
Si tus problemas para ir al baño no responden a una enfermedad más grave, en cuyo caso será necesaria la intervención médica, hay algunas medidas que tú mismo puedes tomar para evitar o solucionar un problema de estreñimiento.
Controlar el estrés
Es uno de los factores que más afectan a nuestro cuerpo y la mayoría de las veces lo damos por sentado como si no hubiese nada que pudiésemos hacer. No es verdad. Controlar el estrés está en nuestra mano. Aquí te contamos varias estrategias para reducir el estrés y con ello evitar el estreñimiento.
Aumenta el consumo de líquidos
Preferiblemente agua, pero también pueden servir infusiones con efecto laxante. El zumo de naranja natural tampoco es una mala opción (aunque la naranja entera siempre será mucho mejor). Intenta no pasarte con el café o el té, que pueden afectar al sistema digestivo, y olvídate de refrescos y alcohol.
Haz ejercicio a diario
Unos 20 o 30 minutos diarios de ejercicio suave (como caminar) pueden hacer maravillas con tus intestinos, porque al moverte, ellos también se mueven y así todo fluye. Por si no es suficiente, aquí tienes algunos ejercicios pensados especialmente para ayudarte a ir al baño.
Come más fibra
La fibra es un nutriente esencial para que la digestión se realice sin problemas, y eso incluye a la fase intestinal y de vaciado. Asegúrate de comer toda la fibra que puedas: semillas, frutas y verduras, frutos secos, cereales, legumbres… La fibra está presente en todos los alimentos de origen vegetal en mayor o menor medida, pero aquí te contamos cuáles son los 9 alimentos con más cantidad de fibra por gramo (recetas incluidas).
Créale hábitos a tus tripas
Es habitual tener una hora más o menos fija de ir al baño. Ese hábito se puede imponer poco a poco a nuestros intestinos. Al principio tendrás que ir al baño sin ganas y trabajar un poco para vaciar las tripas en ese momento, pero poco a poco se acostumbrarán a trabajar a esa hora y crear hábitos regulares.