Healthy food on a heart shape cutting board. Love of food concept with fruit, vegetables, grains and high fibre foods. Rustic wood textures

Conoce Whole30, el programa de dietas que seguramente sale por donde quiera en tus redes sociales en últimas fechas.

El plan alimenticio se volvió muy popular desde su lanzamiento en 2009. La fórmula es simple. Solo necesitas 30 días y tiempo para preparar un montón de comida utilizando alimentos integrales.

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Todo lo que debes saber de la dieta Whole30

Tres reglas de la dieta Whole30

Sin embargo, la ejecución requiere de muchísima disciplina. También existe una gran advertencia: el programa no es el más amado ni el más recomendado por los nutriólogos y los expertos en medicina.

Antes de considerar llevar a cabo el programa, hay algunas cosas que deberías saber sobre lo que puedes esperar y sobre algunos pasos que tienes que seguir.

Aquí analizamos Whole30, incluyendo los alimentos que puedes comer en este plan, lo que dicen los expertos y los resultados que puedes esperar.

Lo básico

Whole30 es un programa diseñado para incorporar más alimentos integrales a tu dieta. El plan tiene una duración de 30 días y una vez completado, sus creadores recomiendan incorporar lentamente los alimentos eliminados nuevamente a tu dieta, de uno en uno. El objetivo es entender la sensibilidad que puedas tener con ciertos alimentos.

«Se podría pensar que Whole30 sirve para reprogramar tu salud, tus hábitos y tu relación con los alimentos», dijo a HuffPost Melissa Hartwig, la autora y cocreadora de Whole30.

«Durante 30 días eliminarás alimentos que se ha demostrado que suelen causar problemas de diferente magnitud a una gran variedad de personas (…) Sacas esos alimentos y observas lo que pasa con tu energía, tu sueño, tu humor, tus antojos (…) todo eso que puede asociarse con la dieta en formas que ni siquiera se piensa».

La dieta Whole30 no es un método para bajar de peso y no debe usarse así.Algunas personas han bajado de peso, pero no está garantizado. Adelante explicamos el porqué.

Es famoso porque su naturaleza es complicada y, según testimonios de algunas personas que lo han llevado a cabo, sí cumple con su reputación.

Lo que puedes y lo que no puedes comer

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La dieta Whole30 se basa en el consumo de huevo, carne y fruta.

Whole30 depende mucho de alimentos como carne, vegetales, huevo y fruta. (Lo bueno: se pueden comer papas). También hay una versión vegana del plan, y muchas recetas en internet y libros de cocina.

Existen algunos alimentos y bebidas que están prohibidos en Whole30. Si tienes que «hacer trampa», Hartwig recomienda que vuelvas a empezar con los 30 días para que permitas que tu cuerpo se ajuste realmente.

Los comestibles que no están permitidos en el plan incluyen: alcohol, lácteos, azúcar, legumbres (alberjón y frijoles) y granos (como quinoa). Esto quiere decir que incluso algunos condimentos y vegetales en salmuera no están incluidos en la lista de alimentos aprobados porque contienen azúcar.

Whole30 requiere que los consumidores revisen exhaustivamente las etiquetas de la comida para evitar productos procesados. Los carragenanos (un ingrediente que se encuentra en la leche de almendra), el glutamato monosódico y sulfitos tampoco están permitidos.

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Alimentos prohibidos en la dieta Whole30: azúcar, conservadores, y comida procesada.

Miriam Nelson, experta en salud de mujeres y directora del Instituto de Sustentabilidad de la Universidad de New Hampshire dice que Whole30 ofrece una buena base para los alimentos que deben o no deben incluirse en la dieta en general. Sin embargo, considera que la legumbres y algunos productos lácteos (si es que no tienes problemas médicos con ellos) típicamente parte de un buen plan de nutrición.

«Una de las razones por la que estos programas ayudan a la gente es porque se hacen conscientes de lo que están comiendo. He empujan a leer las etiquetas», dice.

Pero… ¿realmente funciona?

Depende de cuál sea tu definición de éxito. Los resultados varían de persona a persona, y también dependen de los hábitos saludables que practique cada persona, como el ejercicio.

Como anécdota, algunas personas que hablan de su experiencia con Whole30 han dicho que se sienten con mayor energía cuando completan el plan, y menos hinchados y con la mente más clara. Algunas personas hablan de pérdida de peso.

Dicho esto, muchos profesionales de la salud enfatizan que Whole30 podría no ser tan bueno para todos como proclaman.

No se han realizado estudios independientes sobre la efectividad del plan, y en la lista anual del dietas del U.S. News and World Report está rankeada muy abajo. Tal vez contiene demasiados alimentos que son altos en colesterol y sodio, dependiendo de la selección de alimentos que se haga. Además, a algunos les preocuà que se altere el microbioma, es decir la flora que vive en el tracto intestinal.

Los críticos también consideran que el plan puede ser demasiado restrictivo y muy difícil de cumplir. Hartwig enfatiza que las personas con historial de desórdenes alimenticios no deben aplicar Whole30 o planes similares, ya que el régimen es muy estricto.

Whole30 deja poco margen de error, lo que para muchos significa que no es una solución a largo plazo, si ese es tu objetivo. Un cambio en el estilo de vida con respecto a la alimentación y a cómo la consideras, puede hacer una gran diferencia con el tiempo, según Nelson.

«La realidad del cualquier programa que pueda funcionarte es que tienen que haber un compromiso para seguirlo», dice Nelson.

Si tienes dudas antes de empezar Whole30, o cualquier programa, hablar con tu doctor es la mejor idea. Y, sobre todo, es importante saber lo que cada quien necesita en su programa de alimentación. Whole30 podría funcionar en algunos cuerpos, pero podría no ser adecuado para otros, dice Zhaoping LI, directora del Centro de Nutrición Humana de la Universidad de California en Los Ángeles.

«Todos somos diferentes», dice Li. «No existe una sóla dieta que sea buena para todos».

Lo único que importa es que tu bienestar sea la prioridad.

 

 

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