A veces, encontrar la base de maquillaje adecuada puede resultar complicado y se trata de un producto fundamental que si no se usa correctamente queda feo. Sí, a primera vista una base es algo que no tiene mucho misterio: aplicar y extender sobre la piel. Pero las opciones son tan amplias que es fácil perderse un poco entre tantas marcas y versiones.

La cobertura, el acabado, modulable o no, las horas que dura, tipo de piel… no son chorradas de marketing para vender más. Hemos visto muchas caras con un efecto ‘muñeco de cera’ o con el maquillaje cuarteado por no comprar el producto correcto. ¿Cuáles son los errores que más se cometen al elegir y usar una base de maquillaje?

Hidratar la piel. Sí, antes de comenzar a hacer nada, hay que darse una crema hidrantante en la cara para prepararla. De lo contrario, la piel absorbe la base de maquillaje y se va a cuartear.

El primer… ¿qué es eso? No se trata de una errata: el primer o prebase sirve para preparar la piel antes de aplicar la base y ayuda que esta se mantenga más tiempo. ¿Es necesario usarlo siempre? Depende de lo que necesites que dure el maquillaje. Hay bases de larga duración que se mantienen perfectas hasta 16 horas y, por tanto, en ese caso no necesitas un primer. ¿Ayuda a eliminar brillos? Correcto. Hay primers específicos para matificar.

No probar bien la base. El producto tiene que coincidir con el tono de nuestra piel y la cara rara vez tiene el mismo color que el resto de nuestro cuerpo. En cambio, lo que se suele hacer es probar la base en la muñeca, la mano o el antebrazo. Y no, lo correcto es aplicarla en un lateral de la cara, entre la nariz y el cuello. Antes de comprarla, prueba tres tonos (de más claro a más oscuro) y llévate el que ‘desaparezca’ en tu piel. En la actualidad, existe un amplio rango de tonos así que deberías de encontrar el que más encaja contigo. Ojo, porque si te decantas por una base más clara que el tono de tu cara solo acentuarás las imperfecciones.

No tener en cuenta el periodo estacional. Ya has encontrado tu base perfecta y vas a muerte con ella, pero hay un inconveniente. El color de tu piel no es el mismo durante todo el año por mucho protector solar que te pongas. El beauty tip: mezcla a partes iguales, un iluminador líquido que tenga tonos dorados con tu base.

No identificar el tipo de piel. Damos prioridad al tono y no olvidamos de coger un maquillaje específico para nuestro tipo de piel. ¿Qué ocurrirá? Aparecerán brillos, se cuarteará y puede producir acné por obstruir los poros. De ahí, la importancia de saber si tenemos una piel mixta, seca o grasa. Para pieles mixtas lo que se recomiendan son acabados semi-mates, mientras que las secas necesitan un extra de hidratación para lucir radiantes. Y si tu piel es grasa, una base mate es la mejor opción para que tu cara no tenga una apariencia excesivamente brillante.

Herramientas incorrectas. Seguro que usas los dedos para extender la base en lugar de una brocha y una esponja de espuma para maquillaje. Tranquila, no eres ni la primera ni la última que lo hace. Compra una brocha, pero no una cualquiera: mejor una específica para bases (de pelo sintético, no animal) que te va a facilitar que distribuyas correctamente el producto y sin imperfecciones. Luego, rematas con una esponjita de espuma (las que tienen forma de gota) para obtener un acabado más uniforme.

Base en polvo vs base líquida. La manera de trabajar cada formato es diferente. En el caso de los polvos hay que distinguir entre compactos y sueltos porque con estos últimos no debes aplicar el producto con esponja, solo con brocha. Además, una vez que hayas pasado la brocha por el polvo debes de quitar el exceso que queda soplando o dando unos golpecitos en el mango. En la opción líquida, agita primero el frasco para que todo el contenido se mezcle perfectamente y luego echa un poco de la base sobre el dorso de la mano para controlar mejor la cantidad y no excederte. Cuando uses la esponja de maquillaje tiene que estar un poco húmeda para que no absorba demasiado maquillaje.

Personalmente, la mayoría de las bases en polvo que he probado tienden a secar la piel e, incluso, a acentuar las arrugas porque se depositan en los pliegues de la cara. En el caso de las pieles grasas puede destacar el tamaño de los poros y el efecto es horrible. Para conseguir un aspecto natural y juvenil la piel debe lucir hidratada y la mejor manera de conseguirlo es con una base líquida o en crema.

Cortar a la altura de la mandíbula. Por favor, no. Va a parecer que llevas una máscara sobre la cara. Para que esto no suceda, aplica la base siempre desde el centro del rostro hacia afuera, y extiende el exceso de producto hacia la mandíbula y el escote.