Iniciemos con un «¿Sabías que…?» y hablemos del suelo pélvico, el cual es un conjunto de músculos que se encuentran en la parte inferior de la cavidad abdominal. Su debilitamiento y desensibilización constituyen la causa principal de la incontinencia urinaria. El motivo más destacado es el aumento de la presión sobre el suelo pélvico, especialmente en el parto vaginal. También pueden influir otros factores, como la debilidad de la musculatura por no practicar una actividad física moderada.

Definitivamente son varias las circunstancias que llevan a esa situación. Juan Calvo Bosco y Laura Cabral, director médico y directora de Corpora Pilates, enumeran las más importantes por orden de frecuencia: “Partos por vía vaginal, ejercicios de alto impacto (como el aeróbic o la carrera), aumentos de la presión abdominal que ocurren en la obesidad, la tos frecuente o los esfuerzos para defecar (estreñimiento), entre otros”.

Sin embargo, puntualizan que existen herramientas eficaces para compensar ese aumento de presión, que “no es suficiente para provocar problemas si se acompaña de ejercicios del suelo pélvico o de una actividad física moderada y bien realizada, ya que el suelo  pélvico tiene flexibilidad y actúa en coordinación con la musculatura abdominal”. Uno de ellos es el método Pilates.

Para el problema de incontinencia, la mayor activación de los esfínteres (sobre todo, el voluntario, tanto de la uretra como de la vagina o el ano) ocurre en la fase de espiración (soltar el aire), y más todavía si le añadimos la sensación de contraer el suelo pélvico.

Existen una serie de ejercicios con una metodología que incluye la respiración y la colocación de la pelvis en anteversión o retroversión, así como la modificación del apoyo de los pies (según cada caso) para conseguir la máxima sensibilización y actividad de los esfínteres del suelo pélvico.

El método Pilates tiene unos 34 ejercicios en la colchoneta (Mat), con cientos de variaciones si se utilizan los implementos (gomas, balón, aro flexible,…) o las máquinas, por lo que las posibilidades son enormes”, resaltan los expertos en este método. Ellos han hecho una selección de los ejercicios top para para la incontinencia: 18 en el Mat y más de 50 con implementos y máquinas.

Un ejemplo es el puente con un balón pequeño entre las piernas (en la foto), que aumenta las posibilidades de estimular la contracción del suelo pélvico.

Por otro lado, resaltan que en varios estudios científicos en los que se han combinado los ejercicios Pilates con otras técnicas (hipopresivos, Kegel, intervención fisioterapéutica) “se ha demostrado que la combinación más efectiva es la de Pilates y Kegel. Las sinergias entre ambos son además y más fáciles de realizar”. Respecto a los hipopresivos, consideran que «tienen un papel interesante, aunque es más focalizado y limitado que Pilates o la combinación de Pilates y Kegel».

Antes, durante el embarazo y después del parto se sugiere iniciar los ejercicios de Pilates desde el embarazo -o incluso antes- y seguir realizándolos tras el parto. “La secuencia vendrá dada por la experiencia de la embarazada en el ejercicio físico y en Pilates y por sus circunstancias propias”, exponen. “Hay varios objetivos en el embarazo que Pilates cumple perfectamente: mejorar el alineamiento, fortalecer para sostener el abdomen y el resto del cuerpo a los cambios, preparar para el parto el canal por donde debe pasar el feto, anticipar la forma física para el posparto y acondicionar el suelo pélvico”.