María Salguero es una activista que desde enero del 2016 ha dedicado parte de sus días a buscar, documentar, construir una base de datos y mapear los feminicidios que ocurren día a día en nuestro país.
Mediante alertas de Google, María recibe en su bandeja de correo electrónico todas las notas periodísticas que abordan el tema de feminicidios y asesinatos de mujeres, así que todos los días lee, identifica y añade al mapa los nuevos casos registrados por la prensa.
Según sus propias palabras este es un ejercicio de visibilización y de no olvido respecto a los casos de violencia de género que se han extendido a todo el territorio nacional. Ella comenta que hasta hace un par de años los focos rojos se encontraban en estados como Chihuahua o el Estado de México, sin embargo la ola de asesinatos de mujeres por razones de género se han extendido a otros estados, como Puebla, que en lo que va de este año ya lleva registrados 89 casos, cifra mayor a la reportada en todo el 2017.
La profesión de María es de ingeniera geofísica, carrera que cursó en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), sin embargo sus intereses la han llevado al activismo, siendo este mapa una de sus acciones en pro de las mujeres y de la visibilización de la violencia de género a nivel nacional.
El mapa contiene información que va desde el nombre de la víctima (en caso de que se conozca), fecha, rango de edad, relación de la víctima con el feminicida, estado y municipio en la que ocurrió el crimen, estatus legal, forma en la que ocurrió el asesinato, lugar en el que el cuerpo fue hallado, coordenadas, el enlace a la nota que lo consigna y descripción del caso.
En total del mapa hay registrados 4,400 casos entre los que han ocurrido en 2016, 2017 y en años anteriores. Su intención es poder añadir al mapa la mayor cantidad de casos posibles de toda la República Mexicana con la finalidad de que estos no caigan en el olvido, así como de ser un agente de cambio que pueda incidir en las decisiones gubernamentales en cuanto a los protocolos de prevención referentes a violencia de género.
Este ejercicio supone la construcción de una base de datos realizada de manera paralela a los que consignan las autoridades, ya que aún existe un sesgo legal en el que no todos los casos de asesinatos de mujeres están tipificados como feminicidio.