«Estamos protegiendo demasiado a nuestros hombres» dijo Michelle Obama en la Cumbre de la Fundación Obama, y ante un atento auditorio con más de 500 líderes del mundo entero, de acuerdo a Mail Online.
En una charla distendida y ante la mirada de ciento de personas atentas a su palabras, Michelle se pronunció preocupada ante la forma en la que las mujeres estamos criando a los hombres, ya que según la ex primera dama, las mujeres criamos a las niñas para que sean fuertes mientras que a los hombres se los «cuida» demasiado.
En cierta forma, y como madre, me pongo a pensar en cuánta verdad hay en estas palabras. Muchas mujeres ennarbolamos la bandera del anti-machismo, siendo que muchas veces como madre de hijos varones hacemos cosas que llevan a nuestro varoncito por el camino del machismo y a nuestra «princesa» por el camino de la sumisión.
No se trata de seguir creando enemistad entre el hombre y la mujer, sino de concientizar acerca de lo bello que es ser diferentes y cuán bello es aún que esas diefrncias sean respetadas. Las feministas estarán en desacuerdo conmigo diciendo que no hay difrencias entre el hombre y la mujer, pero sí las hay: no sólo biológicas, sino genéticas, estructurales, emocionales, cognitivas y sobre todo ancestrales.
Busquen una red de apoyo
De acuerdo a Vanity Fair, cuando se le preguntó a Michelle acerca del valor de tener amigas mujeres ella no dudó en contestar que sus amigas fueron las que la ayudaron a mantener su «cordura» durante sus ocho años en la Casa Blanca. Asimismo, aconsejó a los hombres «conseguir algunos amigos» para hablar acerca de sus problemas, como lo hacemos las mujeres. «Todos ustedes deberían conseguir algunos amigos. Consigan algunos amigos y hablen con ellos, porque esa es la otra cosa que hacemos las mujeres; nos enderezamos mutuamente»
La ex primera dama alentó a los hombres a que busquen una «red de apoyo» como lo hacemos las mujeres en nuestros peores momentos. Sin embargo, si bien muchos hombres se apoyan en sus amistades, es cierto que está en la naturaleza del hombre apartarse de las situaciones estresantes por un tiempo y no hablar de ellas hasta poder solucionarlas. Y ello también.