La contaminación del aire causó el año pasado la muerte prematura de casi medio millón de bebés en su primer mes de vida, según The Guardian. La mayoría de los recién nacidos se encuentran en países en vías de desarrollo. La polución exterior no solo es la culpable sino que también se habla de la contaminación del aire en interiores, sobre todo al uso de combustibles sólidos como el carbón o la madera.
La exposición a los contaminantes en el aire también es dañina para los bebés en el útero. Puede causar un parto prematuro o bajo peso al nacer. Los menores que nacen con bajo peso son más susceptibles a infecciones infantiles y neumonía. Los pulmones de los bebés prematuros tampoco pueden desarrollarse completamente.
El descubrimiento se detalló en el informe State of Global Air 2020, que examinó datos sobre muertes de bebés en todo el mundo. El informe se concentra en datos de 2019, por lo que no incluye los impactos de las politicas de bloqueo en todo el mundo en 2020.
Los autores dijeron que el brote del COVID-19 habría tenido un impacto en la calidad del aire y las muertes por contaminación del aire, pero estos efectos aún no están claro. El reporte es publicado por el Health Effects Institute, que es una organización de investigación independiente sin fines de lucro financiada por la Agencia de Protección Ambiental de EUA y otros.