Continúan los fríos y con ellos comienzan a hacer acto de presencia los resfríos y otras enfermedades respiratorias. Para prevenir su molesta presencia y evitar que nuestra familia se exponga a un ciclo de contagio siempre es bueno tomar precauciones.
Abrigarnos, evitar cambios bruscos de temperatura y, al salir, cubrir nariz y boca para protegernos de los vientos gélidos son un buen inicio, pero toda precaución debe ser respaldada por un fuerte sistema inmunológico que haga frente a los elementos que causan enfermedades.
En apoyo a nuestras defensas, las vitaminas funcionan como potenciadores naturales; algunas auxilian en la producción de anticuerpos, otras ayudan a una rápida respuesta de las células blancas y otras influyen en la química de nuestro organismo para dificultar que nos enfermemos.
A continuación, te presentamos algunas de las vitaminas más importantes en el auxilio de tus defensas naturales ¡no corras a comprarlas a la farmacia! Las puedes encontrar de manera natural en los alimentos.
Vitamina A
También llamada retinol, la Vitamina A ayuda sobre todo a la salud de la vista pero también es auxiliar en tener dientes y huesos sanos, evita el envejecimiento prematuro y evita las afecciones respiratorias, pues ayuda a la formación de mucosas. Podrás encontrarla en el hígado de res, cerdo, pollo, pavo y pescado (como el aceite de hígado de bacalao), huevo, carne roja y productos lácteos, pero ¡cuidado! Porque la vitamina A de origen animal contiene altos índices de colesterol y puede tener efectos tóxicos. En cambio, puedes consumirla libremente en vegetales como las zanahorias, calabazas, el camote, melón, toronjas, brócoli, espinacas y toronjas.
Vitamina B
En realidad, existen 8 vitaminas del grupo B con funciones parecidas: B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12. En sus distintas variantes, estas sustancias fortalecen el sistema inmunológico, a la limpieza de toxinas, previene la anemia y también es auxiliar en la salud de la piel y el cabello; la vitamina B9, también llamada Ácido Fólico, es fundamental para las mujeres embarazadas pues ayuda a prevenir problemas en el desarrollo del bebé. Encontrarás grandes fuentes de diversos tipos de vitamina B en los granos enteros, por lo que puedes comenzar a optar por el pan integral; en vegetales, puedes encontrarla en la lechuga romana, la coliflor y los pimientos rojos. Si te gusta la carne, encontrarás proteínas y esta vitamina en productos del mar como sardinas, salmón, atún, bacalao y los camarones, o bien, en la carne de cordero. Incluso puedes permitirte una cerveza, pues encontrarás esta vitamina en su levadura.
Vitamina C
Es un saber extendido que la Vitamina C es una gran auxiliar de las defensas, por lo que debe ser una parte fundamental de la dieta de tu familia; además, es una poderosa aliada para prevenir y combatir las enfermedades respiratorias y las infecciones virales, tiene efectos antioxidantes, ayuda a la cicatrización y potencia la producción de colágeno. La puedes encontrar en las frutas cítricas como el limón, lima, naranja, mandarina o toronja pero también en frutas como la fresa, kiwi, piña, uvas, frambuesas, mangos y guayabas; también la puedes encontrar en vegetales como el brócoli, los pimientos verdes y rojos, la col rizada, el betabel, la acelga, el perejil, el aguacate, la alcachofa y los espárragos.