Una mujer que llevaba enclaustrada desde los 17 años en una habitación de su casa ubicada en la ciudad de Neyagawa, murió congelada y por una extrema desnutrición con un peso de apenas 19 kilogramos.
La joven de al menos 33 años se encontraba en un cuarto de tres metros cuadrados que sólo podía abrirse por fuera y tenía una cámara de vigilancia; además estaba sin calefacción y sólo contaba con un inodoro y un tubo conectado a un tanque de agua para que pudiera beber.
Según fuentes cercanas, se reveló que los padres habían encerrado a la joven debido a que padecía una enfermedad mental que la hacía tener un comportamiento agresivo, y que sólo le daban de comer una vez al día.
Los padres de la joven fueron arrestados.