Después de estudiar a hombres durante casi 80 años como parte del Harvard Study of Adult Development, uno de los estudios más largos del mundo sobre la vida adulta, los científicos han reunido una cantidad considerable de datos sobre la salud física y mental.

En el mismo se destacan los beneficios para la salud que aporta un matrimonio estable por lo que, aunque pueda ser una camino lleno de dificultades, según la evidencia científica vale la pena emprender ese camino si se quiere una vida larga y feliz.

Como una de las conclusiones del estudio, las personas que tienen relaciones sociales fuertes tienen menos probabilidades de morir prematuramente con respecto a las que están aisladas.

El aislamiento lleva a las personas a ser menos felices, tener una salud más débil y una vida más corta. Según la evidencia recolectada, los solitarios fueron muriendo antes por lo que los científicos afirman que “la soledad mata” y su efecto es tan poderoso como el cigarrillo o el alcohol.

Sin embargo, no es el “estar con alguien” lo que hace que se de un verdadero aporte, sino la calidad de esa relación y el nivel de compromiso presente. En el estudio se destacan las relaciones cálidas y cercanas como aquellas que al contener un valor de pertenencia, permitieron la salud física y un menor deterioro mental con el paso de los años.

Los investigadores encontraron que las mujeres que se sentían firmemente unidas a sus parejas estaban menos deprimidas y más felices en sus relaciones dos años y medio después, y también tenían mejor memoria que aquellas con relaciones maritales insanas.

Este dato reafirma lo que otro estudio publicado en la revista británica médica British Medical Journal hace un par de años observaba sobre la variabilidad de estos efectos protectores de la salud de acuerdo al tipo de relación, por ejemplo entre el cohabitar y el estar casado.

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